miércoles, 22 de julio de 2009

Se torna complicado el cierre de Guntanamo











Se torna complicado el cierre de Guantánamo
Avanza a paso de tortuga el espinoso proyecto de Obama


Cada caso se observa con lupa para decidir si el preso es llevado a juicio -y si es así, si es juzgado ante un tribunal civil o militar- o es transferido a otro país.
Por Jose Concepcion
Washington - Se ha cumplido el plazo para que el grupo de trabajo encargado de presentar un informe sobre la política que se debe seguir para cerrar Guantánamo hiciera públicas sus conclusiones.
No ha sucedido. El plazo caducó. El comité se definió incapaz de aportar recomendaciones y solicitó una prórroga de seis meses, tiempo que coincide con la fecha máxima impuesta por la Casa Blanca para la clausura definitiva del centro de detención, en enero del año que viene.
No fue ése el único informe que no llegó a tiempo.
Un segundo memorando que debía sentar las bases de cómo se deben llevar a cabo los interrogatorios a los sospechosos de terrorismo tampoco se presentó a tiempo y necesitará para su conclusión una extensión de dos meses de trabajo.



Guantánamo no fue nunca un asunto sencillo. Se ideó y creció rodeado de polémica durante los años de mandato de George W. Bush y a la sombra de los atentados del 11-S. Y si parecía que con anunciar su final teórico todo estaba solucionado, nada podía estar más alejado de la realidad. Guantánamo va a ser complicado hasta el último minuto y con altísimas posibilidades de desestabilizar la agenda a la Casa Blanca.
El hecho de que ahora estos grupos de trabajo no hayan cumplido con los plazos no hace más que poner de relieve la gravedad y complejidad legal y política a la que se enfrenta la Administración demócrata.
El tiempo corre en contra de los deseos de Obama pero su Gabinete insiste en que se llegará a buen puerto dentro del horario previsto. Hasta el momento, el grupo de trabajo compuesto por representantes del Departamento de Estado, Justicia, Defensa, abogados especializados en derechos humanos y representantes de los cuerpos nacionales de seguridad han estudiado con detalle casi la mitad de los casos existentes: sobre un total de cerca de 230.
Con lupa
Cada caso se observa con lupa para decidir si el preso es llevado a juicio -y si es así, si es juzgado ante un tribunal civil o militar- o es transferido a otro país. Estados Unidos ha negociado con varios países europeos para que acepten a algunos internos en su territorio.
Por ahora, sólo una veintena de presos han sido acogidos en terceros países desde el comienzo de la Administración de Obama. Según la cadena CNN, el destino de estos primeros detenidos ha sido Arabia Saudí, Chad, Irak y Bermudas.
Hasta el momento, se ha aprobado enviar a más de 50 detenidos a otros países. Once ya han sido transferidos. Pero el estatus legal de la gran mayoría está por resolver.

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