jueves, 15 de julio de 2010

Divididos los opositores Cubanos




Divididos los opositores cubanos
La excarcelación de presos políticos enciende pasiones


Varios opositores y sus familiares en un autobús a su salida del aeropuerto de Barajas, en Madrid.
Por MAURICIO VICENT / El País / España

La Habana - La salida hacia España de los primeros presos de conciencia excarcelados por el gobierno de Raúl Castro ha sido recibida por la oposición con regocijo, pero también con escepticismo y división de opiniones sobre el alcance de la medida.

Ayer otros dos prisioneros acompañados por una quincena de familiares llegaron a Madrid, con lo que ya son nueve los excarcelados.

Según la Iglesia, en los próximos días podrían salir otros 11, pero todavía hay numerosos interrogantes: ¿Qué pasará con los que no quieren abandonar la isla? ¿Qué ocurrirá con el resto de los presos políticos (más de un centenar, según organizaciones opositoras)? Y la cuestión más relevante: ¿El indulto abre una nueva etapa, o se trata de una operación para ganar tiempo, como creen algunos?

La oposición está desconcertada y dividida sobre estos temas. Algunas voces, como las de los ex presos del Grupo del los 75 Óscar Espinosa Chepe y Héctor Palacios, o el opositor moderado Manuel Cuesta Morúa, dicen que se abre una “oportunidad” para Cuba y que sería irresponsable desaprovecharla.

Piden por ello a EE.UU. y la Unión Europea mover fichas para alentar nuevos pasos del régimen. Los más escépticos, como el democristiano Oswaldo Payá o el activista de los derechos humanos Elizardo Sánchez, afirman que las excarcelaciones son en realidad “deportaciones” y que se trata sólo de una “maniobra” del Gobierno para lavar su mala imagen y “comprar tiempo”.

Diferencias profundas

Desde que en mayo comenzó la mediación de la Iglesia ante el gobierno de Raúl Castro, se establecieron dos bandos bien diferenciados, que en general se corresponden con las diferentes opiniones del exilio y de los actores del conflicto.

Unos apoyan abiertamente el diálogo y la gestión de la jerarquía católica, por imperfecta que sea. Aquí se incluyen las Damas de Blanco, cuyo objetivo principal es la excarcelación de sus familiares en prisión.

Los que defienden la línea más dura ven con recelo la mediación de la Iglesia y del canciller español, Miguel Ángel Moratinos, y consideran un insulto cambiar “celdas por exilio” y “dar oxígeno” al régimen.

Según Payá, “se les da a escoger entre la prisión y el destierro”, por lo que no hay “respeto a su dignidad ni a sus sentimientos”. “Se parece a lo que es: una liberación de rehenes secuestrados”, afirma el opositor, radicalmente opuesto a que la Unión Europea cambie su Posición Común.

“La Posición Común dice que los cubanos deben tener derechos para que las relaciones de la UE con Cuba sean plenas. ¿Quiere Moratinos defender intereses empresariales o quiere vernos como personas merecedoras de respeto y dignidad? Que no nos trate así”, dice Payá, y agrega: “Yo no defiendo la Posición Común, es la Posición Común la que defiende nuestros derechos”.

El dilema es el de siempre, presión o diálogo. Y ante tal disyuntiva, Espinosa Chepe no lo duda: “Además de la importancia humana que tendrá la liberación total de los prisioneros de conciencia de los 75, la solución de este problema crea condiciones para seguir avanzando hacia las reformas radicales que urgentemente necesita el país”.

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