miércoles, 27 de abril de 2011

Derechos Humanos en Estados Unidos




Hace algunos días el compañero Fidel hizo referencia en su Reflexión El Norte revuelto y brutal al Registro de los Derechos Humanos en Estados Unidos en el 2010, informe presentado por China recientemente como respuesta a la provocación que significó para la nación asiática y para el mundo el Informe Anual por Países sobre Prácticas de Derechos Humanos en 2010.


El “paladín” de los derechos humanos trata a los inmigrantes como criminales.

Dicho documento no es más que los "criterios" y "recomendaciones" que Estados Unidos hace al resto del mundo en materia de derechos civiles. Al decir del Registro presentado por la nación asiática: "tal y como en años anteriores, el informe rebosa de acusaciones sobre la situación de los derechos humanos en más de 190 países y regiones del mundo, incluida China, pero ignora intencionalmente o apenas menciona la mala situación de su propio país".

China hizo un detallado y exhaustivo análisis sobre la verdadera situación de los ciudadanos en Estados Unidos con el objetivo de ayudar a que los pueblos de todo el mundo logren entender mejor y exigir, al autoproclamado paladín de los derechos humanos, que afronte sus propios asuntos.

Lo interesante, al decir de Fidel, es que Cuba lleva 50 años denunciando esta situación en todos los eventos internacionales en que ha participado.

EXAMEN PERIÓDICO UNIVERSAL (EPU)

Es Washington el que está en el banquillo de los acusados. Recientemente se presentó al Examen Periódico Universal (EPU), escrutinio de carácter obligatorio para todas las naciones y que se realiza en el seno del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, donde el país analizado debe rendir cuentas a la comunidad internacional sobre su trabajo en defensa de los derechos humanos.

Según el Informe del Grupo de Trabajo de dicho examen, Estados Unidos recibió la abrumadora cifra de 228 recomendaciones, de las cuales rechazó 57—sin dar explicaciones de la mayoría.

Un país que se autoproclama paladín de la democracia y se atribuye el derecho de acusar y sancionar a otros, rechazó sin reparos recomendaciones que se refieren al respeto a la libertad de expresión, la eliminación de leyes discriminatorias, la protección de migrantes y pueblos indígenas, el respeto del derecho de los pueblos a la libre determinación, a un entorno saludable, a la paz y al desarrollo, a la libertad de los presos políticos, al compromiso con la ayuda oficial al desarrollo, la protección de los menores delincuentes, así como a la eliminación de la impunidad de connotados terroristas y la reparación a sus víctimas.

A pesar de ser el único país no firmante de la Convención sobre los Derechos del Niño; de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer; del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; de la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad; del Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura; la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas; entre otros, la delegación norteamericana encargada de presentar el informe señaló "el hondo compromiso del presidente Obama y de la secretaria Clinton para con la participación multilateral, los derechos humanos y el estado de derecho", además de reiterar "su compromiso de cooperar con el sistema internacional en la promoción de los mismos a escala nacional e internacional".

CUBA

Nuestro país también tomó parte en el debate haciendo 13 recomendaciones a Washington, de las cuales rechazó seis, mientras que otras seis fueron aceptadas parcialmente y solo una fue totalmente aceptada.

Al decir de la delegación cubana presente en la discusión del Informe: "sin pudor alguno, Estados Unidos ha rechazado el llamado a eliminar el bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba, que constituye una violación masiva y flagrante de los derechos humanos de un pueblo entero. De ese modo desprecia el clamor de toda la comunidad internacional, que hace 19 años exige en la Asamblea General de las Naciones Unidas el fin de esa política genocida.

Estados Unidos ha objetado la demanda de liberar a los Cinco prisioneros cubanos injustamente recluidos en cárceles de ese país, y ha rechazado la exhortación a poner fin a la impunidad de connotados terroristas bajo su jurisdicción, cuyos crímenes esos Cinco cubanos intentaban prevenir.

Rechazó, además, el derecho del pueblo cubano a la libre determinación; poner fin a la injusta encarcelación de los presos políticos como Leonard Peltier y Mumia Abu-Jamal; enjuiciar a Luis Posada Carriles; y poner término a sus actividades contra la realización de los derechos de los pueblos a la paz, al desarrollo y a la libre determinación.

Como era de esperarse, finalmente el examen del EPU tuvo un saldo negativo para Estados Unidos, al recibir una mayoría de críticas, tanto de más de 40 gobiernos como de la sociedad civil, a su postura cínica y evasiva durante el examen. De hecho, Washington ha sido la nación que ha recibido —hasta el momento— el mayor número de recomendaciones sobre temas de derechos humanos en el seno del EPU, sin que esto haya sido reflejado por la gran prensa internacional.

El Gobierno de Estados Unidos una vez más deja clara su falsa retórica y su doble rasero en materia de promoción y protección de los derechos humanos.

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