lunes, 13 de septiembre de 2010

El sue de Pakistan amenazado de nuevo con las inundaciones



El sur de Pakistán, amenazado de nuevo por las inundaciones

A medida que las crecidas avanzan hacia el mar Arábigo, pueblos nuevos en la provincia de Sindh están siendo inundados, ya que diques construidos para proteger ciudades y pueblos en las tradicionales llanuras aluviales están canalizando ahora el agua a nuevas zonas, como el lago Manchar.
Decenas de miles de personas han huído de pueblos situados en el distrito Dadu de Sindh, y las autoridades dijeron que se había pedido a más gente que abandonara sus casas después de que el agua, que fluye desde un dique roto, alcanzase un punto peligroso en el lago, el mayor de agua dulce de Pakistán.
"Toda nuestra concentración se encuentra ahora en el distrito Dadu, ya que el agua está sólo a unos centímetros de superar el lago Manchar, que podría amenazar a muchos pueblos", dijo a Reuters el comisario de servicios de asistencia Riaz Ahmed Soomro.
Las autoridades dicen que varios pueblos situados alrededor del lago, como Bhon y Jhingira, están en peligro de inundación, lo que amenaza a una cifra estimada de 250.000 personas.
"Mis siete hermanos y sus familias dependen ahora de mí ya que todos son agricultores, y las inundaciones han arrasado sus tierras y cultivos", dijo Abdul Ghani, profesor, cuya localidad situada río arriba desde el lago Manchar ya ha quedado anegada.
Las inundaciones son el peor desastre natural de la historia de Pakistán en términos de daños, con más de seis millones de personas obligadas a abandonar sus hogares y 20 millones de personas afectadas.
La catástrofe ha matado a más de 1.750 personas, y organismos humanitarios han advertido de que millones más siguen en peligro de muerte si no se proporcionan alimentos y refugios de emergencia.
El Gobierno estima las pérdidas en 43.000 millones de dólares y dice que el producto interior bruto podría estar en torno al 2,5 por ciento, desde el objetivo original de un 4,5 por ciento para el año fiscal 2010/11 (julio-junio).
Además de afrontar problemas económicos, Pakistán se enfrenta a una nueva oleada de atentados llevados a cabos por paquistaníes pro-talibanes tras un período de calma durante las inundaciones.
Más de 160 personas han muerto en ataques contra las fuerzas de seguridad en las últimas dos semanas en el país, cuyo respaldo es considerado crucial para los esfuerzos estadounidenses para estabilizar Afganistán.

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