jueves, 23 de septiembre de 2010

El gobierno colombiano mata al jefe militar de las FARC



El Ejército colombiano mata al jefe militar de las FARC

El jefe militar de la mayor guerrilla izquierdista de Colombia, Jorge Briceño, alias "El Mono Jojoy", murió en un bombardeo de las Fuerzas Armadas, en lo que el Gobierno consideró el jueves como el golpe más contundente a las FARC en toda su historia.

El jefe militar de las FARC muere en un bombardeo en Colombia

El fallecimiento del estratega Jorge Suárez Briceño, alias "El Mono Jojoy", una de las cabezas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), podría acelerar el desmoronamiento del grupo rebelde más antiguo del continente y forzarlo a buscar un proceso de paz, según analistas.
Unos 400 efectivos, apoyados por 25 helicópteros y 30 aviones, atacaron un campamento donde se refugiaba el comandante guerrillero cerca al municipio de La Macarena, en el departamento del Meta, una zona selvática y montañosa donde aún tiene fuerte presencia las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
"Esta es la operación bienvenida a las FARC", dijo el presidente Juan Manuel Santos, un ex ministro de Defensa durante el Gobierno anterior que mantuvo una línea dura contra la guerrilla y que asumió el poder en agosto.
"El símbolo de terror en Colombia ha caído (...); eso es una noticia histórica para nuestro país", sostuvo desde Nueva York, donde participa en la asamblea anual de Naciones Unidas.
Jojoy, de 59 años, estaba acusado de dirigir ataques a poblaciones y cuarteles militares, de asesinatos, masacres y secuestros durante el largo conflicto interno y de controlar las zonas de las FARC en el este y sur del país. Sobre su cabeza pendía una recompensa del Gobierno de 2,7 millones de dólares.
"Para esa organización el Mono Jojoy era como el equivalente al comandante del Ejército", dijo el ex comisionado para la paz Víctor G. Ricardo. "Es un golpe a su estrategia militar, es un golpe a la moral de la organización", agregó.
Su muerte es la más reciente de una serie de pérdidas de comandantes que sufre las FARC desde 2002, cuando el ex presidente Álvaro Uribe apoyado por Estados Unidos le declaró la guerra a los rebeldes.
Miles de combatientes han desertado desde entonces, lo que redujo las fuerzas rebeldes a 8.000 hombres desde los 17.000 que tenía, según cálculos de fuentes de seguridad.
Aunque el presidente Santos se anotó una victoria con la caída del comandante y de otros guerrilleros, dijo que aún queda mucho por hacer en la lucha contra los rebeldes y prometió seguir su ofensiva contra las FARC en todo el país.
"Al resto de las FARC decirles que vamos por ellos, que aquí no vamos a bajar la guardia y no podemos ser triunfalistas porque falta todavía mucho camino por recorrer", dijo.
"Pero este es el golpe más contundente que se le ha dado a las FARC en toda su historia", enfatizó el mandatario.
En las últimas semanas, una ola de ataques de las FARC acabó con la vida de más de 30 policías y soldados y contraataques de las fuerzas de seguridad produjeron más de 50 bajas a la guerrilla.
"LA MADRE DE TODOS LOS CAMPAMENTOS"
La guarida de Jojoy fue considerada por autoridades como el mayor campamento de las FARC conocido hasta ahora, con 300 metros de largo, un búnker de concreto, zanjas de arrastre y túneles de escape.
"En esta operación llegamos a lo que podríamos llamar la madre de todos los campamentos de las FARC", dijo en conferencia de prensa el ministro de Defensa, Rodrigo Rivera.
Las FARC son consideradas como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, mientras que el Gobierno de Colombia las acusa de obtener millonarios ingresos de la producción y el tráfico de cocaína.
"Esta es una victoria importante para Colombia", dijo Mike Hammer, portavoz del Consejo de Seguridad Interior de Estados Unidos, aliado de Colombia en el continente y socio que ha aportado millones de dólares y entrenamiento a las fuerzas colombianas.
"Apoyamos firmemente a los colombianos, a sus fuerzas de seguridad y al presidente Santos en sus esfuerzos por combatir a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia", agregó.
Para el Gobierno colombiano, este es un golpe más importante que la muerte de Raúl Reyes, ocurrida en marzo del 2008 en un bombardeo colombiano en la selva de Ecuador y que provocó una crisis diplomática entre Bogotá y Quito.
Aunque la guerrilla aún puede realizar ataques de gran impacto en apartadas zonas rurales y en centros urbanos, como los cometidos recientemente, analistas creen que con la muerte del "Mono Jojoy" se abre otro camino en el que podrían tener la necesidad de sentarse a negociar.
"Disminuida esa fortaleza militar que representaba Jojoy, el diálogo tiene que estar más cerca", dijo el ex ministro de Defensa y actual gobernador del departamento del Cauca, Guillermo González.
Las FARC reiteraron el miércoles su disposición a iniciar un diálogo de paz con el Gobierno, pero sin condicionamientos, a lo que el presidente Santos respondió que sólo lo hará si suspenden los ataques terroristas.

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