lunes, 22 de agosto de 2011

Los rebeldes controlan la mayor parte de Trípoli



Los rebeldes controlan la mayor parte de Trípoli

Tanques del Gobierno libio bombardearon el lunes partes de Trípoli después de que …

Tanques del Gobierno libio bombardearon el lunes partes de Trípoli después de que …
TRÍPOLI (Reuters) - Tanques y francotiradores del Gobierno libio defendían el lunes los últimos reductos de resistencia en Trípoli, después de que los rebeldes llegaran al centro de la capital alentados por una multitud que anunciaba el fin de 42 años de Muamar el Gadafi en el poder.
El líder de 69 años, que instó a los civiles a tomar las armas contra las "ratas" rebeldes, dijo en una grabación de audio que estaba en la ciudad y que permanecería allí "hasta el final".
Pero había pocas señales de oposición popular a la ofensiva rebelde. Mientras tanto, dos hijos del líder fueron capturados y no estaba claro el paradero de Gadafi.
Corresponsales de Reuters dijeron que las fuerzas rebeldes buscaban a francotiradores de edificio en edificio. Tiroteos esporádicos y explosiones mantenían a los civiles dentro de sus casas, esperando ansiosamente el fin del enfrentamiento tras un breve estallido de júbilo el domingo por la noche.
"Los revolucionarios están situados en varias partes de Trípoli (...) pero las fuerzas de Gadafi están tratando de resistir", dijo un rebelde que se identificó como Abdulrahman.
Tanques del Gobierno están actuando cerca del puerto mediterráneo de Trípoli y el complejo de Bab al-Aziziya de Gadafi en el centro de la ciudad, añadió.
"Los francotiradores son el principal problema", dijo. "Hay un gran número de mártires", agregó.
Líderes mundiales no dudaban de que, después de seis meses de una revuelta muchas veces irregular respaldada por aviones de la OTAN, la a menudo dividida alianza rebelde esté a punto de tomar control del país del norte africano y sus extensas reservas del petróleo.
Algunos advirtieron del riesgo de una guerra civil más prolongada y anárquica, que ha sido la más sangrienta de las revueltas de la Primavera Árabe iniciadas en Túnez y Egipto.
RESISTENCIA
La caída de Gadafi podría dar un nuevo impulso a los grupos de oposición en Oriente Próximo, especialmente en Siria.
"El tiempo se terminó", dijo Franco Frattini, ministro de Exteriores de Italia, agregando que las fuerzas de Gadafi ahora controlaban sólo entre el 10 y el 15 por ciento de la capital.
Laila Jawad, de 36 años, que trabaja como enfermera en Trípoli, dijo a Reuters: "Estamos a punto de librarnos del Gobierno del tirano. Es algo nuevo para mí. Soy muy optimista. Alabado sea Dios".
La televisión estatal libia todavía parecía estar en manos de partidarios de Gadafi.
"La moral de nuestras tropas es alta", dijo un presentador. Pero una programación infantil reemplazó las imágenes de Gadafi y música marcial que habían dominado las transmisiones durante meses.
En una medida coordinada el sábado por células rebeldes en la capital y con asaltos desde varios frentes, Trípoli fue escenario de uno de los peores enfrentamientos de la guerra.
Un responsable del Gobierno dijo a Reuters que 376 personas de ambos bandos habían perdido la vida y que alrededor de 1.000 resultaron heridas, aunque no estaba claro si las cifras estaban actualizadas.
Algunos civiles se congregaron el domingo por la noche en la plaza Verde, un símbolo durante mucho tiempo del culto a la personalidad del líder, y ondearon banderas rebeldes. Algunos dijeron que rebautizarían el lugar como "Plaza de los Mártires".
Sin embargo, el lunes por la mañana, el portavoz rebelde Nuri Echtiwi dijo que soldados en tanques y camionetas armadas con ametralladoras habían salido del complejo Bab al-Aziziya de Gadafi y habían disparado al azar a todas las direcciones cuando escuchaban tiroteos.
LLAMAMIENTOS A LA MODERACION
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y otros líderes occidentales instaron a Gadafi a aceptar la derrota y se preparaban para trabajar con los rebeldes, aunque el futuro liderazgo en Libia seguía sin estar claro.
La Unión Europea, cuyos miembros habían ido resolviendo disputas con Gadafi en los últimos años a cambio de suministro energético, acogió la "nueva era" en Libia.
"Estamos siendo testigos de los últimos momentos del régimen de Gadafi", dijo la jefa de Política Exterior de la UE, Catherine Ashton. La responsable instó a los rebeldes a evitar derramamientos de sangre y a respetar los derechos humanos para avanzar rápidamente hacia una democracia.
Sudáfrica, una potencia líder en el continente a la cual Gadafi debía buena parte de la solidez e influencia de Libia, negó que hubiera enviado un avión para el gobernante o que estuviera planeando acoger a un líder acusado de crímenes contra la humanidad por la Corte Penal Internacional.
El lunes aparecieron los primeros indicios de planes para restablecer la producción petrolera de Libia, que ha sido la base de su economía.
Personal técnico de la compañía estatal de energía italiana ENI llegó al país del norte de África para estudiar formas de reanudar las operaciones de las instalaciones de crudo, informó el ministro Frattini.
Responsables de China y Rusia, duros críticos de la ofensiva área lanzada por la OTAN en marzo en apoyo de la revuelta, aceptaron que Libia parecía ahora tener nuevos líderes. En Pekín, el Ministerio de Exteriores sostuvo que respetaría la decisión del pueblo libio.
Dos de los hijos de Gadafi, incluyendo Saif al-Islam, que en el pasado fue visto como el aparente heredero y potencial amigo de Occidente, fueron capturados por los rebeldes. Pero el paradero del propio Gadafi, uno de los líderes que más tiempo ha estado en el poder en el mundo, se desconocía.
Gadafi dio a conocer una grabación de audio por la televisión estatal en la que llamó a los libios a luchar contra la revuelta.
"Temo que si no actuamos, quemarán Trípoli", afirmó. "No habrá más agua, alimentos, electricidad o libertad", aseguró el líder libio, reiterando que se quedaría en la capital "hasta el final".

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