martes, 25 de agosto de 2009
Reto en pista del aeropuerto para controlar Igunas
Reto en la pista del aeropuerto para controlar iguanas
Agencia Federal de Aviación registra colisiones por culpa de iguanas en Isla Verde. Fotogalería
Con mallas y patrullaje, personal del aeropuerto internacional lucha por controlar las iguanas que se acercan a la pista. (Archivo)
Por peludencia.blogspot.com
Nota del editor: Tercero de la serie Amenaza Verde sobre la creciente población de la Iguana iguana y los daños que se atribuyen a esa especie invasora, entre otros temas relacionados.
La Administración Federal de Aviación (FAA) ha registrado al menos siete casos de impactos de iguanas o gallinas de palo con aviones en el aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín, donde este mes se iniciará un estudio sobre la vida silvestre y los riesgos que pueden representar algunos animales para las operaciones en esa importante instalación portuaria.
Según un reporte en la página electrónica de la FAA sobre vida silvestre y operaciones de aeropuertos, el caso de las iguanas que incursionan a pistas o impactan aviones figura en el renglón de las situaciones menos comunes en esas instalaciones porque lo más frecuente en los Estados Unidos son problemas con aves.
Un reporte de científicos estadounidenses que examinó preliminarmente el potencial de riesgo de las iguanas en el aeropuerto de Isla Verde señaló en 2001 que sólo en un periodo de 60 días documentaron cómo las actividades en tramos de las pistas quedaron detenidas en seis ocasiones debido a la imprevista entrada de esos reptiles. Los eventos se registraron ese año del 1 de octubre al 30 de noviembre y las observaciones, entre otras situaciones, propiciaron iniciativas sistemáticas para comenzar a controlar la entrada de los exóticos reptiles.
Aviones y animales
En San Juan, las acciones más agresivas para controlar las iguanas en las inmediaciones del aeropuerto internacional se tomaron de 2006 a 2007 cuando la población allí superó el millar. Después de la obtención de permisos especiales, el DRNA designó personal que utilizando rifles exterminó cientos de reptiles. Las iguanas eran colocadas diariamente en bolsas plásticas y luego incineradas, dijo una fuente de esa agencia. Después de ese periodo se ha observado una merma considerable de las gallinas de palo en el aeropuerto, pero su rápida propagación obliga a no bajar la guardia.
Reporte de impactos registrados por la FAA en aeropuertos estadounidenses:
Al presente, la directora ejecutiva auxiliar en administración de la Administración de los Puertos, Rita Torres, rechazó que surjan problemas en el movimiento de los aviones debido a las iguanas. “No hemos tenido ningún tipo de incidentes con animales que haya puesto en peligro una nave”, subrayó Torres, tras explicar que el personal de conservación en el aeropuerto internacional mantiene una estricta vigilancia para evitar la entrada de los reptiles a las áreas operacionales. Ese equipo también recibe apoyo del personal en la torre de control, responsable de que las pistas estén despejadas para aterrizajes y despegues, entre otros movimientos. Aunque otras fuentes han aludido a retrasos u otros contratiempos, Torres no aludió a esos asuntos y reafirmó que las medidas existentes permiten lidiar con el problema.
Según el resumen de los investigadores Richard Engeman, Henry T. Smith y Bernice Constantin, aunque en otros países aves y ciertos mamíferos han causado contratiempos en los aeropuertos y hasta accidentes aéreos, el fenómeno de la Iguana iguana como riesgo para la seguridad aérea parece ser exclusivo de Puerto Rico, ya que en los records de la FAA sólo se reportan casos de esa índole en San Juan (Cinco con impactos al momento del estudio de Engeman) y no se revelan detalles de daños o pérdidas por tales situaciones.
Precisamente en respuesta a exigencias de la FAA es que se realizará el estudio sobre la vida silvestre en el aeropuerto y el mismo debe ser sometido a finales de 2009, estimó Torres. La investigación serviría para guiar a medidas adicionales para el control de las gallinas de palo u otros animales que puedan identificarse como de riesgo para las operaciones.
De acuerdo con la Autoridad de los Puertos, desde 2006 la colocación de mallas cerca de dos canales donde se han concentrado las iguanas ha servido para frenar la entrada de los reptiles a las pistas. Las mallas se han instalado en un tramo de unas 200 metros después de un área verde paralela a la pistan principal del aeropuerto y a un canal que conecta con la Laguna San José. Las barreras se encuentran en la parte norte de la instalación, están fijadas con varillas y se elevan a unos 3 pies del suelo.
Además, según explicó Torres a peludencia.blogspot.com se mantiene un patrullaje intenso, sobre todo a media mañana, cuando suele ser mayor la penetración de esos animales. “Las iguanas se podían observar sobre todo de 10:00 a 11:00 de la mañana cuando salían a coger sol. A esas horas siempre se intensifica el patrullaje que, sin embargo, es constante las 24 horas siete días a la semana en el aeropuerto”, subrayó. Torres argumentó que si un empleado divisa alguna iguana, de inmediato procede a espantarla. “Lo bueno es que estos animales se asustan fácilmente con el ruido, entonces corren y se alejan”, aseguró la funcionaria.
“Las mallas han evitado que pasen del canal al área operacional, pero si llegan, la vigilancia de nuestro personal actúa para sacarlas”, insistió. Reveló, además, que han tomado la iniciativa de eliminar los nidos de las iguanas en las cercanías del aeropuerto. Dijo que el personal, una vez identifica el lugar donde se encuentran los huevos, arroja grandes cantidades de agua en el lugar y así la camada queda exterminada. La captura de iguanas, sin embargo, no ha sido práctica reciente del personal”, dijo Torres. Sin embargo, de 2006 a 2007, tras la concesión de permisos especiales, personal del Departamento de Recursos Naturales disparó y exterminó cientos de iguanas en las inmediaciones del aeropuerto. La acción redujo la población en el canal cercano a la pista principal, pero debido a la rápida reproducción de esta especie, decenas siguen en el lugar y penetran esporádicamente a la pista.
El reporte de Engeman, Smith y Constantin, publicado en la Revista de Educación e Investigación de Aviación y Aeroespacio (JAAER, por su sigla en inglés), no alude a cuantía de daños atribuidos a colisiones, ni a pérdidas por retrasos en vuelos en Puerto Rico en la información de contexto para su estudio. Sin embargo, los peritos advierten en su reporte que la frecuencia de alteraciones en las operaciones de los aeropuertos debido a entrada de animales silvestres es un indicador de riesgo de colisión con naves, así como de pérdidas económicas debido a retrasos.
“No podemos esperar a que haya un accidente con un avión que ponga en peligro la seguridad para entonces actuar”, destacó, por su parte, Torres, al señalar la importancia del plan de manejo y control de vida silvestre que permitirá ampliar la investigación por comenzar en unos días.
La funcionaria indicó que sólo las iguanas han obligado a tomar medidas especiales de control en el aeropuerto internacional y destacó que aquí no se ha identificado riesgos por el movimiento de bandadas de aves u otros animales que en otras jurisdicciones incluso han causado accidentes aéreos, como el vinculado al fallo mecánico causado por aves en un avión comercial que se precipitó al Río Hudson, en Nueva York en enero pasado. Los 155 pasajeros y la tripulación pudieron escapar a tiempo de la nave, que eventualmente fue sacada con grúas de las heladas aguas.
El aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín es uno de los de mayor tráfico aéreo en todo el Caribe y en 2008 tuvo un movimiento de 10,288,928 pasajeros, según el informe sobre el presupuesto recomendado para el nuevo año fiscal en la Autoridad de los Puertos. No se informó cuánto se ha invertido en el control de los reptiles.
La agencia, no obstante, señaló que en los 10 aeropuertos regionales no existen problemas por invasión de iguanas a las instalaciones, ni otras situaciones vinculadas a animales silvestres.
El ex director de Vida Silvestre en el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales, Miguel García, mientras, dijo que las iguanas entran a las pistas del Luis Muñoz Marín porque “les gusta asolearse” allí. Lo mismo ocurre cuando entran al asfalto caliente y encuentran la muerte arolladas por los automóviles. El biólogo Jorge Bauzá, por su parte, explicó que “los baños de calor” de esos reptiles son necesarios porque son especies que no regulan la temperatura de su cuerpo como otros animales. “Por eso buscan el calor, que ayuda a su proceso digestivo al fermentar su comida”, agregó Bauzá.
Aunque en Puerto Rico no suelen divulgarse cifras del impacto económico por retraso de vuelos por fallos o problemas operacionales en las instalaciones de Isla Verde, según el Joint Economic Comittee, en Estados Unidos esas cifras ascienden a $19 millones en costos de operaciones adicionales, $12,000 millones en pagos a los pasajeros y en $10,000 millones para los sectores alimenticios y de alojamientos.
La FAA comenzó a recopilar información sistemática sobre situaciones con animales en los aeropuertos a partir de 1990. Hasta el momento, la agencia ha documentado 93,000 impactos relacionados con 426 especies de animales en aeropuertos de los Estados Unidos.
Según un reporte sobre vida silvestre y mitigación en los aeropuertos, la FAA destaca que el problema principal de impactos con animales lo representan las aves. El 98 por ciento de los casos se relacionan con pájaros de distintas especies.
Además, la FAA, ha documentado en década y media casos de aviones que han impactado ciervos, coyotes, cocodrilos y hasta osos. En un renglón destacado como más inusuales aparecen siete impactos con iguanas.
En San Juan, las acciones más agresivas para controlar las iguanas en las inmediaciones del aeropuerto internacional se tomaron de 2006 a 2007 cuando la población allí superó el millar. Después de la obtención de permisos especiales, el DRNA designó personal que utilizando rifles exterminó cientos de reptiles. Las iguanas eran colocadas diariamente en bolsas plásticas y luego incineradas, dijo una fuente de esa agencia. Después de ese periodo se ha observado una merma considerable de las gallinas de palo en el aeropuerto, pero su rápida propagación obliga a no bajar la guardia.
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