15 claves para hablar en publico

15 claves para hablar en público
Técnicas sencillas y efectivas para contrarrestar ese miedo

Por Jose Concepcion
Se preparan durante semanas para la presentación de esos temas en los que son considerados unos expertos, dedican horas a alistar las ayudas audiovisuales y hasta hacen ensayos para que los tiempos les cuadren a la perfección. Pero cuando por fin se enfrentan al auditorio, algo les pasa: su corazón se desboca, se sienten abrumados por el peso de todas las miradas, una punzada les atraviesa el estómago y sus mentes se ponen, de pronto, en blanco. Lo único que quieren es salir corriendo, pero saben que no pueden hacerlo. Cuando ese sentimiento invade la mente, ya son presas del pánico.
Miles de personas se ven envueltas, en mayor o menor medida, en situaciones como estas, que forman parte de las llamadas fobias sociales. "Entre el 12 y el 15% de la población puede ser afectada por cuadros complejos, en los que el temor a hablar en público es solo uno de ellos; no obstante, si se incluye a todas las personas que presentan rasgos del problema, ese porcentaje se eleva al 25%", explica el psiquiatra Rodrigo Córdoba y advierte que el pánico puede afectar incluso a profesionales con experiencia en el manejo de públicos.
Ese es el caso de la médica Teresa Amaya, de 40 años, quien todavía recuerda la angustia que padeció durante la presentación de una de las conferencias centrales en un congreso de su especialidad: "A la segunda diapositiva mi mente perdió el hilo y empecé a balbucear. Al fondo oía palabras que sabía que salían de mi boca, pero que parecían de otra persona. Sudaba, las manos me temblaban y sentía que todos los colegas me miraban. Solo pude armar una frase: 'Estoy bloqueada. Mil disculpas'. Tuve que suspender la exposición", recuerda Amaya, quien hoy se considera una buena conferencista.
Yezmín Abrajim, psiquiatra, asegura que en estas reacciones influyen muchos factores, dentro de los cuales destaca una susceptibilidad genética que, de combinarse con ambientes aprensivos y ansiosos en la época de la crianza, desembocan en fobias e inseguridades. La educación y las experiencias negativas que se hayan tenido, también cuentan.
La reacción que con más frecuencia se despierta al hablar en público es la ansiedad por el temor a ser evaluado o a actuar de manera vergonzosa. Esta desencadena los síntomas fisiológicos que Córdoba describe como palpitaciones, temblores, sudoración, molestias gastrointestinales, tensión muscular, confusión y enrojecimiento. Aunque el miedo a hablar en público es superable, para algunas personas se convierte en algo insalvable. La psiquiatra Olga Albornoz explica que cierto grado de ansiedad en principio es positivo, "porque facilita y motiva una buena comunicación, pero si en forma repetida los síntomas se incrementan, ya es un problema que necesita tratamiento".
Técnicas efectivas
En la mayoría de los casos la solución es sencilla. Sólo se trata de aprender una serie de técnicas muy efectivas que, en general, la gente no conoce. Estas son algunas de ellas:
1. Averigua el tipo de auditorio al que enfrentarás y el grado de conocimiento que tienes sobre el tema. Truco: si la mayoría del público puede saber más que tú, piénsalo dos veces.
2. Prepara el tema a conciencia, pues conocer el asunto hasta en sus mínimos detalles da seguridad.
3. La presentación debe tener una introducción, desarrollo, final y conclusión. Eso le aporta orden.
4. El cansancio afecta la memoria y la concentración; así que el día previo a la presentación, relájate y duerme lo suficiente.
5. La comodidad y sobriedad en su aspecto son clave. Evita prendas o accesorios demasiado llamativos o ruidosos, porque distraen.
6. Antes de iniciar relájate y respira: inhala y lleva el aire al abdomen, sostenlo unos segundos; luego llévalo al pecho y expúlsalo por la boca.
7. Repite mentalmente: "Vinieron a oírme porque nadie conoce este tema mejor que yo".
8. Haz contacto con el público y atrae su atención. Si te sientes capaz haz un comentario simpático, la calidad del público o el evento o comenta brevemente sobre los motivos de su presencia allí.
9. Si sientes que las miradas te atemorizan, ensaya mirar disimuladamente hacia el horizonte; y trata de no fijarte en nadie.
10. Luego empieza, siguiendo el orden que habías dispuesto.
11. No rebusques palabras. Usa un lenguaje sencillo, sin caer en excesos coloquiales.
12. Habla despacio para que puedas oírte (eso te da tiempo de pensar), pero muestra entusiasmo y varía el tono.
13. No trates de imitar a nadie, actúe con naturalidad. Mantén el entusiasmo, sonríe y nunca leas.
14. Prepárate para improvisar si pierdes el hilo, para acortar el tema si percibes que el auditorio está aburrido e incluso para extenderte, si notas interés.
15. Si te siente capaz de hacerlo, utiliza el humor. Eso distensiona el ambiente, y te aporta tranquilidad y entusiasmo.