Funeral Samaranch con brandes honores

Funeral de Samaranch con grandes honores

Por Gabriel Rubio

Los funerales del ex presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Juan Antonio Samaranch, fallecido el miércoles, tendrán lugar este jueves en Barcelona, con la asistencia de parte de la Familia Real, anunciaron las autoridades catalanas.

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El rey Juan Carlos I y la reina Sofía asistirán a las exequias en la catedral de Barcelona. Los monarcas dirigieron un mensaje de condolencia a la familia del alto dignatario olímpico, destacando su "vocación de servicio a España, Cataluña y el Olimpismo".
Los funerales por Samaranch se celebrarán en la catedral de Barcelona a las 18H00 (16H00 GMT), pero las autoridades catalanas no precisaron dónde y cuándo será inhumado.
El acto fúnebre culminará una jornada de homenaje a Samaranch, que comenzará cuando el presidente de la Generalitat de Cataluña, José Montilla reciba, a las 10h00 locales (8h00 GMT), a los familiares, además del presidente del COI, Jacques Rogge, y una decena de presidentes de federaciones internacionales en el Palau de la Generalitat, sede del ejecutivo autonómico.
Tras esta recepción, se abrirá al público la capilla ardiente con los restos del presidente de honor del COI, que fue instalada en la sede del gobierno autonómico para que los barceloneses puedan asistir y rendirle homenaje entre las 12h00 locales (10h00 GMT) y las 17h00 (15h00 GMT).
Posteriormente, el féretro será llevado a hombros de un grupo de deportistas desde el Palau de la Generalitat a la Catedral, donde se oficiará el funeral.
El ex presidente del COI falleció el miércoles en la clínica Quirón de Barcelona de una "parada cardiorespiratoria", a los 89 años de edad. Juan Antonio Samaranch "ha fallecido a las 13h25 (11h25 GMT) del día 21 de abril de 2010 como consecuencia de una parada cardiorespiratoria", informó el hospital Quirón barcelonés en un breve comunicado, firmado por el doctor Rafael Esteban Mur, director del Servicio de Medicina Interna.
Horas antes de su deceso, la actual pareja sentimental de Samaranch, Lluisa Sallent, había dicho que el ex presidente del COI estaba "muy mal", visiblemente afectada en los pasillos del hospital barcelonés, donde había sido ingresado el domingo con un cuadro de "insuficiencia coronaria aguda".
Tras conocerse la muerte Samaranch, las muestras de condolencias no dejaron de sucederse a lo largo de todo el día, empezando por los Reyes. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró que "se nos ha ido una de las figuras emblemáticas de representación de España".
También llegaron condolencias desde el extranjero. "Me siento muy afligido por el fallecimiento del hombre que dio un gran impulso a los Juegos Olímpicos de la era moderna", dijo Rogge, al que Samaranch pasó el testigo en 2001.
"Es un pérdida enorme, irremplazable para la familia olímpica, para todos los que conocieron a este hombre brillante, de múltiples facetas, sorprendente, acogedor y de mente abierta", dijo el primer ministro ruso, Vladimir Putin, mientras el primer ministro griego, Georges Papandreou, recordó que Samaranch "dedicó su vida a transformar el movimiento olímpico y contribuyó a su evolución en su forma moderna".
La muerte de Samaranch supone la desaparición de uno de los grandes referentes del Olimpismo mundial, cuyo mandato al frente del COI, entre 1980 y 2001, fue el más largo después del barón Pierre de Coubertin, creador de los Juegos de la era moderna (1896-1925).
El presidente de honor vitalicio del COI, al que el rey Juan Carlos concedió el título de marqués por sus trabajos en favor del deporte y el Olimpismo, dejó una gran impronta en el organismo que presidió, especialmente en el ámbito de la financiación, en el que impulsó el recurso a los patrocinios y los derechos de televisión.
Las sospechas de corrupción que pesaban sobre el COI tras el escándalo que salpicó la atribución de los Juegos de Invierno de 2002 a Salt Lake City (Estados Unidos), le llevaron a realizar una vasta reforma de las instituciones olímpicas.
Samaranch también se preocupó por la limpieza en el deporte, poniendo las bases de lo que acabaría siendo la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), y también impulsó la creación del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), pero su logro más querido fue haber conseguido la organización de los Juegos Olímpicos de 1992 para Barcelona.
El presidente de honor del COI había sufrido varios problemas de salud en los últimos años, pero mantuvo su actividad hasta el último momento y, en octubre de 2009, apoyó la candidatura de Madrid-2016 (que finalmente ganó Río de Janeiro) ante el COI, cuando pronunció unas palabras que acabaron siendo proféticas. "Queridos colegas, sé que estoy muy cerca del final de mis días. Tengo 89 años. Permitidme que os pida que toméis en consideración premiar a mi país con el honor y el deber de organizar los Juegos Olímpicos de 2016", dijo entonces.