martes, 3 de noviembre de 2009
Salud / Embrazada a los 40 : una posibilidad real
Embarazo a los 40: una posibilidad real
La tendencia de posponer la maternidad va en ascenso, mientras se van derribando los mitos que la rodean
Por felipe Concepcion
Estaba “clarísima”. Clemencia Gómez sería madre, pero sólo cuando se sintiera que había cumplido ciertas metas y estaba lo suficientemente madura y equilibrada para dedicarle tiempo de calidad a su criatura.
Como ella, muchas mujeres están postergando la maternidad por razones variadas, que incluyen lograr estabilidad económica, completar estudios o solidificar su relación de pareja.
“Llevaba un año diciendo: ya quiero quedar embarazada. Estaba terminando una formación en biodanza, mi pareja se había ido de viaje y el día que regresó quedé embarazada. No hubo realmente un plan, pero yo estaba buscando ya a Camila”, relata la mujer que tuvo a su pequeña a los 40 años.
A la oficina de los médicos ginecólogos José Somohano y Lauren Lynch llegan cada vez con más regularidad casos como el de Clemencia. Y atrás han ido quedando las reservas, tanto sociales como médicas, sobre la posibilidad de un embarazo pasadas las cuatro décadas.
En Estados Unidos, datos del Centro Nacional de Estadísticas de la Salud revelan que en el periodo del 1980 al 2004 el número de nacimientos en mujeres mayores de 30 se duplicó, a los 35 se triplicó y a los 40 casi se cuadruplicó.
Según estadísticas de la organización March of Dimes, para el año 2006 el 2.7% de los bebés en Estados Unidos nacieron de madres mayores de 40 años.
Mitos y realidades
Es incorrecto pensar que a partir de una edad específica se cancelan las posibilidades de un embarazo saludable. A la doctora Lynch, las mujeres le preguntan constantemente a qué edad ya no podrán ser capaces de tener hijos y su respuesta siempre es que “no existe tal cosa”.
“Si son fértiles, pueden tener bebés, asumiendo que están saludables”, establece.
“Antes se decía que pacientes de 35 años o más eran de edad avanzada. Eso es totalmente arbitrario y mucha gente se cree que porque tiene 37 años está muy vieja y no pude tener bebés. Cuando se hicieron estudios de amniocentesis, hace tres décadas, la probabilidad de aborto a los 35 era de 1 en 250. Como el riesgo del procedimiento era más o menos el mismo de tener un bebé con síndrome de Down después de los 35, se estableció esa edad como de alto riesgo”, explica la doctora con dos décadas de experiencia.
Los estudios médicos demuestran que algunas condiciones médicas tienen más posibilidad de desarrollarse en el feto mientras mayor es la madre pero, según Lynch, aún así, “en la mayoría de los casos, estadísticamente hablando, después de los 40 la mayoría de los bebés son normales”.
Salvo que la mujer sufra una condición médica particular, el riesgo más notable que enfrentan los embarazos a esta edad son los problemas cromosómicos, explica el doctor Somohano.
A menudo, el cuerpo detecta estas dificultades. Por ello, según aumenta la probabilidad de las mismas, también se incrementa la posibilidad del aborto espontáneo. Según estadísticas de March of Dimes, el riesgo para las mujeres entre 40 a 41 años es de 35% en comparación a 20% entre los 35 a los 39.
“Afortunadamente, hay muchas pruebas que pueden hacerse desde temprano para asegurar que el bebé viene bien”, señala Lynch.
Por ejemplo, con tan solo 10 a 12 semanas de embarazo puede optarse por la prueba conocida como CVS, que utiliza una aguja para obtener una pequeña muestra de la placenta y detectar cualquier anomalía cromosómica.
Las mujeres deben ser conscientes de que algunas pruebas que se ordenan como parte del protocolo médico tradicional siempre resultarán en una alta sospecha de anomalías sencillamente por la edad de la madre, sin que ello implique que haya problemas reales en el desarrollo de la criatura.
Casos especiales
Con la edad también aumenta la posibilidad de que la mujer sufra condiciones de salud que puedan afectar el embarazo. Las más comunes son la diabetes y la presión alta. Los médicos sostienen que en estos casos resulta aún más importante planificar la barriga, de manera que la enfermedad pueda ser controlada y monitoreada de antemano. Si el embarazo ocurre sin planificación es más difícil, pero no imposible, evitar consecuencias en el feto o la salud de la madre.
Brenda Rodríguez, una paciente de fibromialgia, quedó embarazada a los 40 años y, aunque inicialmente afirma que enfrentó dificultades para conseguir atención médica, su preñez transcurrió con total normalidad.
“Ni siquiera tuve náuseas”, apunta.
Al igual que Gómez, ella siente que disfruta de la maternidad en esta etapa de forma particular y ninguna de las dos cambiaría por nada su realidad actual.
“Siento que fue una decisión correcta. Sigo pensando que para uno ser mamá necesita de una madurez y una paciencia que se ganan a través de la vida”, manifiesta.
La infertilidad
Más allá del tema de las complicaciones médicas, la mujer que pospone la maternidad debe ser consciente de que, a medida que su edad avanza, puede ser más difícil lograr el embarazo.
Los estudios establecen que alrededor de un tercio de las mujeres entre los 35 a los 39 años tienen problemas de fertilidad en Estados Unidos. A los 40, casi la mitad enfrenta este tipo de dificultad.
Estas pueden ser causadas por algunas condiciones médicas como la endometriosis, los bloqueos en las trompas de Falopio o los fibromas benignos, para las cuales existe tratamiento médico.
Pero en general, aun con la ausencia de enfermedades, la fertilidad en la mujer tiende a ir mermando con la edad.
“Después de los 30, cada año cuenta, especialmente después de los 35. Cada año va descendiendo la posibilidad de concebir”, establece la doctora Lynch. De paso, aconseja a la mujer tener en cuenta que, a medida que la edad avanza, también disminuyen las posibilidades de éxito de los tratamientos de fertilidad.
Para prevenir complicaciones
• Visita a tu ginecólogo para un examen médico completo antes de quedar embarazada.
• Toma alguna multivitamina que contenga 400 microgramos de ácido fólico diarios, antes de quedar embarazada.
• Mantén un peso saludable.
• Come saludable e incluye en tu dieta alimentos ricos en ácido fólico y folate como los cereales y granos enriquecidos, habichuelas, vegetales de hoja verde y jugo de china, entre otros.
• No consumas pescados con alto contenido de mercurio, como el tiburón. Limita el consumo de atún enlatado a seis onzas a la semana. Durante el embarazo, es seguro comer hasta 12 onzas semanales de pescado con bajas concentraciones de mercurio incluyendo camarones o salmón.
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