Matsui es el MVP
Es el primer japonés que gana ese premio
Por Jose Concepcion
NUEVA YORK — El japonés Hideki Matsui tiene uno de los hábitos más peculiares al ir hacia la caja de bateo. Nunca hace un swing de práctica antes de recibir el primer lanzamiento.
Pareciera que los estuviese reservando.
Matsui fue un huracán el miércoles por la noche, en camino a imponer una marca de carreras remolcadas con seis en el partido que definió a la Serie Mundial y llevó a los Yankees de Nueva York a derrotar 7-3 a los Filis de Filadelfia.
“Es impresionante”, manifestó Matsui mediante un traductor. “Increíble. Yo mismo me sorprendí”.
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Su desempeño permitió ganar el sexto partido y con ello, se ganó el trofeo al Jugador Más Valioso de la Serie Mundial.
Matsui se convirtió en el primer pelotero nacido en Japón que gana el premio que comenzó a entregarse en 1955. Conectó un jonrón, un doble y un sencillo y con ello coronó una Serie Mundial en la que bateó para promedio de .615 con tres jonrones y ocho carreras impulsadas.
De pie en el podio instalado en el jardín central, Matsui saludó con su gorra con el emblema del campeonato y estrechó la mano del comisionado Bud Selig. Matsui ganó tres títulos en Japón y anhelaba celebrar su primero en el Bronx.
“Creo es difícil hacer una comparación. Cuando estaba en Japón, ese era el objetivo máximo. Ya estando aquí, ganar la Serie Mundial, ser campeones del mundo, por eso nos esforzamos aquí”.
“Se podría decir que me parece que este es justo el mejor momento de vida”, señaló. “Ha sido un camino largo y una jornada muy difícil”.
Su cuadrangular de dos anotaciones ante el dominicano Pedro Martínez en la segunda entrada dio a los Yankees la ventaja definitiva. Apodado “Godzila” en su país, Matsui envió su batazo por encima del muro del jardín derecho y estrelló la pelota contra un anuncio del segundo piso.
Curiosamente es un anuncio de la empresa japonesa Komatsu, que fabrica equipos para minería y construcción y que muestra caracteres japoneses.
Matsui agregó un sencillo remolcador de dos carreras en la tercera entrada y conectó un doblete de dos carreras contra el muro entre el jardín derecho y central en la quinta.
Mientras la gran pantalla de video en el jardín central mostraba a los aficionados que llevaban pancartas con caracteres japoneses y el público que atestó el estadio lo ovacionaba, Matsui permanecía tranquilo sobre la segunda base.
Los fanáticos alabaron la hazaña de Matsui, que igualó una marca de carreras impulsadas que poseía Bobby Richarson desde 1960 con más producidas en cualquier partido de la Serie Mundial y que fue divulgada en la pizarra del estadio.
Nunca nadie en la historia había entregado un botín tan generoso en el partido que definió el campeonato.
Matsui se llevó una ovación de pie cuando fue a batear en la séptima entrada y los gritos pidiendo el trofeo del más valioso para él se escuchaban en todo el graderío.
Limitado a ser el bateador designado o emergente por culpa de molestias en la rodilla, Matsui necesitó 13 turnos para ganarse el galardón y empató a Rick Dempsey de Baltimore en 1983 como el más valioso como menos viajes al plato.
“Desde que lo conozco ha sido un jugador que prende ofensivas”, indicó el manager de los Yankees, Joe Girardi.
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