miércoles, 15 de julio de 2009
Soto mayor defiende con firmeza su record judicial
Sotomayor defiende con firmeza su récord judicial
“Aplico la ley, no sentimientos”, dice la jueza puertorriqueña
Ayer se ventiló la postura de Sotomayor en el sentido de que una mujer latina con sabiduría puede tomar mejores decisiones que un blanco no hispano.
por José A. Delgado / jdelgado@elnuevodía.com
WASHINGTON – Bajo un intenso interrogatorio de los republicanos, la boricua Sonia Sotomayor buscó ayer enterrar las denuncias de que su identidad cultural y género pueden, en alguna medida, influenciar sus decisiones.
Quizá no convenció del todo a los cinco republicanos del Comité de lo Jurídico del Senado que ayer la presionaron, pero Sotomayor, candidata al Tribunal Supremo de Estados Unidos, insistió, sin titubeos, en que su récord judicial debería hablar por sí mismo.
“Ningún grupo étnico, racial o género tiene ventaja en la toma de decisiones correctas. Aplico la ley, no sentimientos”, dijo Sotomayor, en una audiencia de cerca de seis horas en la que respondió preguntas de 11 de los 19 miembros de la comisión.
Hoy continuará el interrogatorio de los miembros de un comité, que por tener una clara mayoría demócrata -12 a 7-, debe recomendar sin problemas, este mismo mes, su confirmación.
Ayer estuvieron sobre la mesa los discursos en los que Sotomayor -nacida en Nueva York de padres puertorriqueños- mantuvo que una mujer latina con sabiduría puede tomar mejores decisiones que un blanco no hispano.
Sotomayor, quien sería la primera persona hispana en el máximo foro judicial estadounidense, abogó porque esas expresiones se analicen en el contexto de su esfuerzo por motivar a los jóvenes latinos a progresar y seguir una carrera legal. “Buscaba inspirarlos”, dijo.
Reconoció, sin embargo, que utilizó una retórica que pudo prestarse a malas interpretaciones.
Patrick Leahy, presidente del Comité y el primero que le interrogó, amablemente, lamentó que esas expresiones hayan provocado que algunos republicanos la acusaran de ser racista.
Pero republicanos como Jeff Sessions (portavoz de la minoría), Jon Kyl y Lindsey Graham, una y otra vez, le volvieron a recordar esos discursos y se enfrascaron en largos debates con ella.
Sotomayor aclaró otro de sus comentarios fuera del tribunal que han generado más críticas: la afirmación que hiciera de que las cortes de apelaciones desarrollan política pública. Para Sotomayor, era una referencia a los precedentes regionales que establecen los foros federales de apelaciones.
Sessions, quien votó en contra de Sotomayor cuando fue confirmada en 1998 como jueza del Segundo Circuito de Apelaciones Federales, le cuestionó también que haya indicado en mensajes fuera del tribunal que sus experiencias “afectan los hechos que decido ver como jueza”. “Quería establecer que nuestras experiencias nos permiten ver y entender unos hechos con más facilidad que otros”, sostuvo Sotomayor.
Los seis demócratas que hablaron ayer en la audiencia les salieron al paso a los republicanos y recordaron que la jueza boricua no es la primera que admite que su identidad le puede ayudar a entender algunas controversias. En ese sentido, recordaron palabras del ahora juez asociado Samuel Alito, de origen italiano y quien en sus audiencias de confirmación admitió que cuando se enfrenta a casos de discriminación no puede dejar de pensar en las penurias que sufrieron sus familiares.
El caso de los bomberos
Como se esperaba, Sotomayor también fue interrogada sobre su posición, como jueza del Segundo Circuito de Apelaciones, a favor de la desestimación del caso Ricci versus DeStefano, revocado recientemente por el Supremo. En ese caso, bomberos blancos demandaron a la ciudad de New Haven (Connecticut) por invalidar un examen de ascenso, debido a que ningún afroamericano logró pasar la prueba.
“Seguimos los precedentes de nuestra corte”, indicó Sotomayor, quien también coincidió con la ahora ex jueza asociada Sandra Day O’Connor en que aún son claves algunos criterios de los programas de acción afirmativa, destinados a ayudar a las minorías. Pero, como O’Connor, también confió en que no se necesiten en 25 años.
Interrogada por Graham, Sotomayor habló sobre su trabajo en la junta de directores del Fondo Puertorriqueño para la Defensa Legal, pero quedó en el aire si alguna vez suscribió un memorando en el que se opuso al restablecimiento de la pena de muerte en Nueva York por considerarla un castigo asociado a la discriminación racial.
A preguntas del demócrata Russ Feingold, Sotomayor aceptó que tuvieron fallas constitucionales algunas de las políticas antiterroristas del pasado gobierno de George W. Bush.
Y dijo que ningún evento le ha impactado más que los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York. “Fue -dijo- la más horrible experiencia de mi vida”.
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