jueves, 18 de noviembre de 2010

Fidel Castro delega funciones en el Partido Comunista



Fidel Castro delega funciones en el Partido Comunista

El ex presidente cubano Fidel Castro dijo que delegó sus atribuciones como jefe del gobernante Partido Comunista, según publicaron el jueves medios oficiales, en una aparente señal de que podría dimitir de su último cargo de liderazgo.
Fidel Castro delega funciones en el Partido Comunista

Castro, 84 años, dimitió en 2008 a la presidencia por razones de salud pero retuvo el influyente puesto de primer secretario del Partido Comunista, el único legal en Cuba.
Durante un encuentro el miércoles con estudiantes aclaró sin embargo que no estaba allí como jefe comunista.
"Yo me enfermé e hice lo que debía hacer: delegué mis atribuciones. No puedo hacer algo que no estoy en condiciones de dedicarle todo el tiempo", dijo, según el diario oficial Granma.
Funcionarios cubanos no estuvieron inmediatamente disponibles para hacer comentarios. Una fuente oficial se limitó a decir: "No está trabajando como primer secretario".
Tras enfermar gravemente en julio de 2006, Fidel Castro delegó provisionalmente la jefatura del Partido Comunista en su hermano menor y número dos Raúl.
Sin embargo, el general de 79 años que lo reemplazó en la presidencia en febrero de 2008 continúa siendo presentado en actos oficiales como segundo secretario del Partido Comunista.
Fidel Castro podría mantener nominalmente su cargo hasta el congreso del Partido Comunista programado para abril del 2011, donde serán aprobadas importantes reformas económicas.
PREPARANDO LA DESPEDIDA
El veterano líder revolucionario está dedicado a escribir sobre asuntos internacionales como la amenaza de una guerra nuclear o el desafío del cambio climático y se ha mantenido al margen de los asuntos nacionales.
Pero en el encuentro esta semana con estudiantes sugirió que apoya las medidas económicas de su hermano Raúl, que incluyen la reducción del papel del Estado y la expansión del pequeño sector privado.
"Reconoce Fidel que está contento porque el país está marchando a pesar de todos los desafíos", dijo Granma.
El economista independiente Oscar Espinosa Chepe cree, sin embargo, que Fidel Castro no estuvo implicado en el diseño de las reformas.
"En la práctica nada más habla de problemas internacionales. Hace tiempo que no está fungiendo como primer secretario", dijo. "Fidel Castro está preparando su despedida".
Castro llegó al poder con la revolución de 1959 y gobernó Cuba durante casi medio siglo, desafiando a Estados Unidos y transformándose en una leyenda para la izquierda. En los actos públicos es presentado como el "líder de la revolución". Raúl dice que le consulta las principales decisiones de Estado.
REFORMAS ECONÓMICAS
Precisamente, el Gobierno cubano lanzó una campaña para promover sus reformas económicas, intentando animar a la población y a los dirigentes de cara al congreso del Partido que deberá aprobar las medidas.
El mensaje que el Gobierno está enviando a través de periódicos, radios y la televisión estatal es que los cambios son necesarios para mejorar la economía y asegurar la continuidad del socialismo una vez que desaparezcan sus líderes históricos.
La discusión de las propuestas de reformas es considerada un gran ejercicio de democracia.
Los cambios que el Gobierno está promocionando están contenidos en un denso documento de 32 páginas titulado "Proyecto de Lineamientos de la Política Económica y Social" revelado la semana pasada por Castro con propuestas para fortalecer la frágil economía cubana.
Algunas de las propuestas ya están siendo aplicadas, pero todas deberán ser aprobadas en abril de 2011 en el Congreso del Partido Comunista, el primero desde 1997.
En medio de la campaña sobre la importancia de los cambios, los líderes cubanos parecieron suavizar ligeramente el tono esta semana, aclarando que se trata sólo de una modernización y no de una reforma del sistema comunista instalado tras la revolución de 1959 que llevó a Fidel Castro al poder.
"No hay reforma, es una actualización del modelo económico. Nadie piense que vamos a ceder la propiedad, la vamos administrar de otra forma", dijo el ministro de Economía, Marino Murillo.
La declaración sugiere una de las posibles razones por las que el Gobierno está promocionando tantos los cambios: que no todo el mundo está convencido de ellos.
Según versiones, para sacar adelante los cambios, el presidente Castro debió vencer una significativa resistencia dentro del Partido Comunista y aún parece estar tratando de convencer a los dirigentes ideológicamente más puros de que las reformas no implican demasiadas concesiones al capitalismo.
Los cubanos también han expresado sentimientos encontrados. Por lo general apoyan los cambios para mejorar su calidad de vida, pero se preguntan si van a beneficiarse de las reformas. Por un lado existen preocupaciones sobre el nivel de burocracia y la carga tributaria que afrontarán los nuevos empleados por cuenta propia. Por otro, hay temor a la pérdida de seguridad laboral y de los subsidios estatales.
"No estoy seguro de si ganamos o el estado gana con estas propuestas", dijo el trabajador de un restaurante.

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