Desde Haití

Desde Haití
Para no perder el terreno ganado en la lucha contra el cólera


A pesar de los intensos días de trabajo, nuestra brigada médica en Haití no da tregua al cólera, pues no se puede retroceder el terreno ganado en el control de la epidemia en esta empobrecida nación.


Grupo de Pesquisa Activa, de la brigada médica cubana, entrega a los pobladores de Carrefour tabletas de cloro para potabilizar el agua de consumo humano. Foto del autor

Ante el complejo cuadro epidemiológico, nuestros brigadistas sanitarios intensifican la labor de los grupos de pesquisa activa, visitando casa por casa y efectuando tareas de control de foco de la peligrosa epidemia, en particular en familias con enfermos de cólera.

Explican cómo enfrentar el mal y distribuyen antiparasitarios ante el aumento brusco de las enfermedades diarreicas agudas, un padecimiento muy frecuente en la temporada lluviosa.

La dirección de nuestra Brigada médica y sus epidemiólogos concuerdan en que la epidemia de cólera en Haití comenzó a descender desde la última semana de enero pasado, entrando en la fase de endemia en la segunda quincena de abril. Coinciden en señalar, igualmente, que los casos reportados son por brotes epidémicos provocados por no garantizarse agua potable a la población, a lo cual se suman las condiciones de insalubridad prevalecientes en esta sufrida nación.

Nuestro personal médico ha atendido desde el inicio de la epidemia en octubre del pasado año hasta el presente a casi 75 000 personas, con una bajísima tasa de letalidad de 0,36 %, mientras en las unidades bajo su responsabilidad no han tenido que lamentar fallecimientos por esta causa en los últimos 154 días.

Granma fue testigo de este esfuerzo durante una jornada de pesquisa activa de nuestros cooperantes de la salud en la comuna de Carrefour, la periferia Sur de Puerto Príncipe, uno de los anillos de pobreza, con pésimas condiciones higiénico-ambientales y superpoblados en esta devastada urbe.

Sus más de 465 000 habitantes malviven en una ladera de las tantas colinas que rodean la capital. Allí se "pesquisaron" en particular las localidades de Bizoton, Mariano, Wayu, Waney y San Roque, verificándose "in situ" que no existen brotes de cólera activo en esa región metropolitana, sino un sobrediagnóstico que confunde toda enfermedad diarreica aguda con el padecimiento causado por el vibrión colérico.

CON LA JOVEN MANUELA

Hace varios días que en la casa de Manuela Vareus, en Bizoton 53, no había sosiego, pues su madre Marie Denise Hippolyte y su nieta Jennifer Dessir presentaban continuas diarreas y sospechaban lo peor. No tenían a quién acudir.

Fue una rotunda sorpresa para Manuela, desempleada y con 19 años, ver que en su casa tocaba la puerta un grupo de pesquisa activa de nuestra Brigada para conocer si alguien de la familia se encontraba infectado con la terrible enfermedad.

Sus temores se desvanecieron ante el diagnóstico certero tras la revisión practicada a madam Marie y a la pitit Jennifer. Ellas padecían solo una enfermedad diarreica aguda, no era cólera. Se les dejó el antiparasitario correspondiente, tabletas de cloro, sales de rehidratación oral e instrucciones médico-higiénicas precisas.

Las doctoras Naidelis Milian, de Santiago de Cuba, Yamila Suárez, de Granma, y Marlen Ferreiro, de Las Tunas, junto a la enfermera Blasa Guevara, de Guantánamo, disiparon las dudas y les explicaron detalladamente las medidas para evitar un posible contagio con el peligroso mal y el manejo de una enfermedad diarreica aguda.

Manuela, más relajada y sonriente, expresa a Granma que a su casa nunca había llegado médico alguno. "No tenemos dinero para pagar un doctor. Yo, como todos mis vecinos, estamos muy contentos por la presencia de ustedes por aquí. Solo podemos decir muchas gracias, Cuba", afirma nuestra interlocutora, quien como muchos haitianos habla español.

Los grupos de pesquisa activa visitaron ese día en Carrefour a más de 10 000 residentes, en donde no encontraron un caso de cólera.

No se puede perder el terreno ganado a la enfermedad.