viernes, 13 de febrero de 2009

Michelle en vogue


primera dama en la historia de la portada de la prestigiosa publicación de moda.

Por Samantha Critchet / The Associated Press
Nueva York- Es oficial. Michelle Obama es la primera dama de la moda estadounidense al aparecer en la portada de la revista Vogue, en su edición de marzo.
Toda primera dama desde Lou Hoover - salvo por Bess Truman - ha aparecido en la publicación de alta costura, pero la señora Obama es sólo la segunda en agraciar la portada.
En la misma, luce un vestido de seda color magenta de Jason Wu, quien también diseñó su traje para la gala de investidura.
El editor de Vogue Andre Leon Talley calificó sus entrevistas con Michelle Obama previo a la juramentación del presidente Barack Obama como “una de las mejores experiencias de mi vida”.

“Ella es tan accesible, natural y normal. No hay nada falso en ella”, expresó.
Gran parte del reportaje de ocho páginas se dedica al autodescrito papel de la señora Obama como “mamá en jefe” de Malia, de 10 años, y Sasha, de 7.
“Intentaré llevarlas a la escuela cada mañana, tanto como pueda. Pero también hay cierta medida de independencia. Y obviamente habrá momentos en los que no podré llevarlas del todo”, dijo.
“Me gusta ser una presencia en la escuela de mis hijas. Quiero conocer a las maestras, quiero conocer a los otros padres”.
Al aparecer en Vogue, empero, la conversación eventualmente cae en la moda.
La señora Obama dijo estar consciente de cómo su guardarropas es inspeccionado, pero no se disculpa por sus decisiones.
“No voy a fingir que no me importa”, reconoce. “Pero también tengo que ser muy práctica. A fin de cuentas, siempre habrá alguien a quien no le gusta lo que una lleva. Cada quien tiene su gusto”.
Para su sesión de fotos con Vogue, la primera dama optó por diseñadores que ya había usado antes. Además de Wu: el cubano-estadounidense Narcisco Rodríguez, creador del traje negro con rojo de lució la noche de las elecciones; y J. Crew, que tanto ella como sus hijas han usado en múltiples ocasiones.
La revista suele seleccionar la ropa con la que aparecen las modelos en portada, o al menos los editores les brindan asesoría. Pero ese no fue el caso esta vez.
“Ella no necesita ninguna ayuda. Le encanta la moda y sabe qué le queda bien”, dijo Talley. “Nunca me ha preguntado ’¿qué opinas?’ o ¿qué te parece esto?’ Y eso me complace”.

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