jueves, 3 de septiembre de 2009

674,000 agresores sexuales










674,000 agresores sexuales
Se alega laxitud en el sistema para su supervisión adecuada


Por peludencia.blogspot.com
Nueva York - En todos los 50 estados, los registros de agresores sexuales se han tornado cada vez más sofisticados y accesibles en años recientes, una respuesta a los ataques prominentes a niños. Las personas pueden inquirir en sus comunidades en busca de ex convictos en espacios en la web administrados por el estado, contratar servicios privados que los alerten si un agresor se muda cerca de ellos, e incluso bajar una solicitud iPhone, “Offender Locator”.
Pero el caso de Phillip Garrido, el hombre de California acusado de secuestrar a una niña y mantenerla cautiva por 18 años, ha encendido nuevamente el debate acerca de la utilidad de las listas administradas por el gobierno y de si las mismas podrían crear una falsa sensación de seguridad pública.
Las listas de agresores sexuales han recopilado mucha más información fácilmente disponible al público y a la policía que antes, pero los expertos dicen que poca investigación está disponible para insinuar que los registros, en realidad, hayan disuadido a los agresores a cometer nuevos crímenes.
Y algunos expertos dicen que las listas podrían llevar a las personas a suponer que todo el que está registrado también esta vigilado adecuadamente cuando, en realidad, el monitoreo varía enormemente de un lugar a otro y de un estado a otro. En algunos casos, esto equivale a poco más que un agresor enviara por correo una postal con su dirección al departamento de policía una vez al año.


“Hemos llegado a ver estos registros como una panacea que va a resolver todos los problemas con los agresores sexuales”, dijo Richard Tewksbury, un profesor de administración de justicia de la Universidad de Louisville, quien ha escrito extensamente sobre los efectos de los registros. “Esto no es realista”.
En algunas jurisdicciones, los funcionarios tienden a enfocar gran parte de su atención en los aproximadamente 100,000 ex convictos agresores que hay en la nación que no se registran, que dan direcciones falsas o desaparecen, y a menos de los cientos de miles, como Garrido, que cumplen.
graves Fisuras
Y, mientras algunas autoridades mantienen extenso contacto con sus agresores registrados (Illinois cuenta con monitores especiales que siguen el rastro de por vida a aquellos que son considerados más peligrosos, buscando hasta las más leves señales de crímenes), otros en algunos estados dedican poco tiempo con los agresores una vez estos han radicado su dirección.
Asimismo, en Miami, justamente debajo del conector de la ciudad con Miami Beach, se ha establecido un campamento en el que viven cerca de 80 convictos por agresiones sexuales.
Según una ley del Condado Miami-Dade, estos no pueden vivir dentro de un radio de 2,500 pies de escuelas, parques, campos de juego y paradas escolares de autobús
Los esfuerzos federales por crear un solo sistema de registro sistemático se han visto disminuidos por las preocupaciones de los estados sobre los crecientes costos, los retos legales y otros asuntos. Las fechas límite para que los estados cumplan con un plan federal aprobado por el Congreso en 2006 han sido demoradas un año, hasta julio de 2010.
Las elevadas cifras de agresores sexuales en los registros en los 50 estados -aproximadamente 674,000 en toda la nación- son abrumadoras para los departamentos de policía locales y, a veces, para el público, que posiblemente no pueda distinguir fácilmente entre los que deben registrarse porque han violado repetidamente a menores y aquellos convictos de crímenes no violentos o menos serios, como hacer exposiciones deshonestas en público.

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