lunes, 31 de agosto de 2009

Espionaje al alcance de cualquiera:











‘Espionaje’ al alcance de cualquiera
Fácil de conseguir el equipo de grabar hallado en un motel


Para ilustrar cuán pequeños pueden ser estos aparatos, basta compararlos con una moneda de 10 centavos.
Por José concepcion
Parecen y funcionan como encendedores, radios AM-FM, teléfonos celulares, detectores de humo, lápiz labial o relojes pulsera. Pero su función primordial es grabar vídeo sin levantar sospechas, a través de un lente del tamaño de la cabeza de un alfiler.
Tecnología como ésta fue presuntamente la que Miguel Díaz Mulero halló en la cabaña 44 del motel La Fuente, cuando allí compartía -en privado, pensaba él- con una pareja.
El suceso llevó a Díaz Mulero a radicar una demanda civil, en la que reclama $125,000 en daños por violación de su intimidad, según lo define el artículo 179 del nuevo Código Penal.
Y aunque los artículos suenan como sacados de una película de James Bond, en realidad son accesibles y baratos.



“En el mercado hay un sinnúmero de cámaras inalámbricas, con precios que empiezan en $200”, explicó Josean Martínez, gerente general de la tienda Spy Gallery, en Plaza Las Américas.
Aunque de costo módico, la calidad del equipo es excelente, dijo Martínez.
“Tienen lentes de tiro amplio y de muy buena resolución, 350 líneas a color, que te permite identificar a una persona a 30 ó 40 pies de distancia”, explicó el experto en equipo de seguridad y vigilancia. “En este caso, donde la cámara estaba tan cerca -encima de la cama- las personas se van a ver superexactas”, agregó Martínez.
Las cámaras inalámbricas como las que, según la demanda, fueron utilizadas en el motel La Fuente, pueden instalarse sin cablería, y ubicando el equipo receptor de la señal y de grabación a considerable distancia de la cámara.
“Las inalámbricas se pueden colocar hasta a 300 pies de la base, y más si se hace una buena instalación de receptor de señal con un sistema de grabación”, sostuvo Martínez. “Son bastante fáciles de conectar, como si fueran un reproductor de DVD o un PlayStation”.
“Para grabar se puede usar cualquier videocasetera o grabadora de DVD, o conectarlo a un televisor normal para ver la señal en vivo”.
Martínez indicó que muchas personas que adquieren estos equipos de grabación los utilizan para proteger a sus negocios o a sus seres queridos. “Principalmente los usan los dueños de negocio para vigilar a sus empleados, o padres para velar a sus niñeras”, dijo.
Moda cíclica los “ligones”
El caso del motel La Fuente no es uno inaudito, sostuvo el doctor Carlos Andújar Rojas, catedrático de psicología en la Universidad de Puerto Rico, recinto de Arecibo.
“Hace unos años fue una tendencia aquí y en el exterior, que ponían cámaras y grababan a la gente en hoteles y otros lugares privados”, recordó el doctor Andújar Rojas.
Los traficantes consumidores de este tipo de vídeos tienen un apetito particular por espiar a las personas en actos privados. Pero no necesariamente son casos psiquiátricos.
“No necesariamente es una persona con un problema mental. Depende de la intensidad y frecuencia”, explicó el psicólogo clínico. “Hay de todo, desde personas que lo hacen para vender las grabaciones, como negocio ilegal, hasta personas que tienen cierta tendencia a consumirlo”.
“Sería interesante saber por qué estaba la cámara allí, y quién la puso”, agregó.

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