miércoles, 28 de octubre de 2009

Tanque sobrellenado pudo provocar la explocion















Tanque sobrellenado pudo provocar la explosión
Fuente revela que un trabajador vio las emanaciones de gases, buscó a su supervisor y ambos abandonaron la escena al percatarse de la magnitud del peligro

Por peludencia.blogspot.com
SAN JUAN — Gases que emanaron de un tanque sobrellenado de combustible en la antigua refinería Gulf en Bayamón pudo haber sido la causa del incendio que destruyó 21 de los 40 tanques de la Caribbean Petroleum Corporation (Capeco), reveló hoy a Prensa Asociada una persona que tuvo acceso al relato de un testigo de la explosión.
La fuente, que rehusó ser identificada porque los investigadores federales le prohibieron hacer declaraciones, dijo que un trabajador de 35 años de experiencia notó en el metro del tanque que no había espacio suficiente para el combustible que le era transferido desde una embarcación. Acto seguido, vio las emanaciones de gases.



El empleado salió rápidamente a buscar a su supervisor a la oficina y juntos regresaron en un vehículo hasta el área donde estaba el tanque, pero al percatarse de la magnitud del peligro, abandonaron a toda prisa la escena antes de que la primera explosión lanzara el vehículo contra una verja de alambre eslabonado, contó la fuente, que no adjudicó responsabilidades.
Para el ingeniero Vicente Feliciano, que en el pasado trabajó como contratista en Capeco, la experiencia de ese trabajador fue lo que evitó que hubiese víctimas fatales de la explosión, que fue sentida en gran parte del área metropolitana y que provocó un temblor de 2.4 de magnitud en la isla.
“La experiencia que tiene el trabajador es el botón de pánico que le suena y sale a buscar al supervisor. De lo contrario, hubiesen muerto todos”, expresó en entrevista radial (WSKN).
A su juicio, una sola persona no debe estar a cargo de la tarea de llenar un tanque.
“Se supone que el supervisor esté con su gente coordinando con un radio para comunicarse directamente con el barco... él pudo haber mandado a parar el bombeo”, añadió.
De acuerdo al relato de la fuente, al momento de la explosión había en las instalaciones cinco personas: el trabajador, el supervisor, dos empleados que estaban en el laboratorio y un guardia de seguridad.
El trabajador comenzó a llenar el tanque como a las 11:00 p.m. del jueves y cuando se da cuenta de que el tanque esta demasiado lleno, ve las emanaciones, las reconoce como algo inusual y sale rápido a buscar al supervisor.
El ingeniero Feliciano explicó que como esos tanques tienen el techo flotante, cuando se sobrellena el tanque, el líquido se expone al ambiente.
“Entonces tiende a evaporarse y crea un ambiente de gases de la gasolina... Si encuentra alguna forma de ignición, ya sea por contacto directo del líquido con cables eléctricos o incluso los gases pueden transmitirse a través de la tubería eléctrica y crear el corto circuito”, detalló.
Manifestó que a un sólo empleado se le hubiera hecho difícil abrir otro tanque para transferir el combustible.
“A él le va a tomar tiempo en lo que camina hasta el próximo dique, que es donde está localizado el próximo tanque, no necesariamente es un dique continuo, puede haber una distancia entre ese tanque y el próximo tanque”, precisó.
Según el ingeniero, la tarea puede tomar hasta media hora. “Tiene que abrir una válvula que son extremadamente grande y que le va a tomar tiempo, estas válvulas a veces se trancan y precisan llaves para destrancarlas... y de no tener ayuda, pues se multiplica el tiempo”.
Frances Ríos, portavoz de Capeco, dijo que la empresa no emitirá comentarios y refirió la solicitud a una carta abierta publicada por la compañía en los diarios el martes.
José González, dueño de PetroWest, una empresa que almacena y distribuye combustibles en Mayagüez, dijo que este tipo de accidente “suele ocurrir”.
Aunque reconoció que al momento de la explosión en Capeco habían pocas personas trabajando dijo que hay sistemas automáticos que debieron alertar sobre la situación.
“Tenían poco personal (pero) eso tiene muchos censores automáticos y alarmas, no se sabe por qué la alarma no funcionó para determinar que había un liqueo”, dijo González a la AP.
Ni el negociado Federal de Investigaciones (FBI, en inglés) ni el Negociado federal de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (AFT, en inglés) contestaron varias llamadas hechas por la AP.
El monumental incendio, que inició la madrugada del viernes y no pudo ser extinguido hasta el domingo, causó daños ambientales a cuerpos de agua y humedales.
No se reportaron heridos de consideración durante la explosión y fuego, pero más de 600 residentes de comunidades aledañas tuvieran que mudarse a refugios en lo que pasaba la emergencia. Nueve familias aún permanecen refugiadas porque sus residencias sufrieron daños de consideración.
Las autoridades estadounidenses se hicieron cargo de la investigación y no han querido revelar información sobre las posibles causas del incendio.

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