McGwire vuelve a generar polémica
Algunas personas ven el regreso del ex toletero como un “golpe bajo” a quienes luchaban contra el dopaje en el béisbol
San Luis - La polémica figura del ex toletero Mark McGwire vuelve a ser el centro de atención dentro del mundo del béisbol profesional después que aceptó ser el nuevo entrenador de bateo de los Cardenales de San Luis, sin que haya aclarado su cuestionado pasado con el mundo de los esteroides.
Mientras el manejador de los Cardenales, Tony La Russa, un ferviente defensor de la figura de McGwire se siente "feliz" por el regreso del ex toletero, lo mismo que sucede con el comisionado de las Grandes Ligas, Bud Selig, otros lo ven con un "golpe bajo" a quienes luchan contra el dopaje dentro del deporte.
La Russa, como se esperaba, volverá a dirigir a los Cardenales la próxima temporada y lo hará teniendo como responsable del bateo a McGwire, que reemplaza a Hal McRae, quien fue despedido.
"No sé cuantos años me queden como manager, y quiero tener la oportunidad de invitar a un tipo que pienso que tiene un talento especial," comentó La Russa sobre McGwire.
El nuevo contrato de La Russa es por un año, el decimoquinto que va a dirigir al equipo, más una opción mutua para el 2011, lo que significa que él o los Cardenales pueden salirse de la misma luego de concluir la temporada del 2010.
McGwire no comenzó nada bien con los periodistas ya que no estuvo presente en la conferencia de prensa del lunes donde se anunciaron los cambios y los Cardenales ya recibieron las primeras críticas por sus acciones.
"Vamos a tener disponible a Mark", comentó el gerente general de los Cardenales, John Mozeliak. "Como él vaya a responder las preguntas será cuestión de él."
La Russa había estado tratando de persuadir a McGwire a que volviera al equipo por varias temporadas.
"Adora el juego. A ama a los Cardenales", destacó el presidente del equipo, Bill DeWitt Jr. "Es una gran oportunidad para él y para nosotros también".
McGwire bateó 70 jonrones en 1998 para romper el récord de 37 años de Roger Maris, marca que luego fue superada por Barry Bonds, otro de los peloteros acusado de consumir esteroides, y se retiró luego de la temporada 2001.
Desde ese entonces McGwire ha estado pocas veces en el ojo público y nunca ha querido hablar del delicado asunto del dopaje, al que le relacionan de forma directa.
Asistió a unas audiencias del Congreso sobre el abuso de esteroides, pero su imagen no quedó bien parada durante el testimonio ya que se negó a hablar del asunto.
"No estoy aquí para hablar sobre el pasado" y se ha quedado corto en la votación para el Salón de la Fama, a pesar de haber conectado 583 jonrones.
La Russa, de 65 años, había estado ponderando su futuro desde que los Cardenales, campeones de la División Central de la Liga Nacional, fueron barridos en la serie divisional por los Dodgers de Los ngeles el pasado 10 de octubre.
Su contrato de dos temporadas y $8.5 millones expira al final de este mes.
Desde que La Russa llego a los Cardenales el equipo ha conseguido estar ocho veces en la fase final y ganar el título del "Clásico de Otoño" en el 2006, mientras que es tercero en la lista de manejadores de las Grandes Ligas con más victorias de por vida, detrás de Connie Mack y John McGraw.
La decisión de La Russa y de los Cardenales sobre la contratación de McGwire ha recibido el apoyo completo del comisionado Selig.
"Estoy encantado con el regreso de Mark al juego", declaró Selig al periódico local, "St.Louis Post-Dispatch". "No tengo reparos sobre esto de ninguna manera. "Mark McGwire es un buen hombre y los Cardenales deben ser aplaudidos".
Sin embargo, McGwire fue señalado por su ex compañero de los Atléticos de Oakland, José Canseco, en su libro "Juiced", como un consumidor de drogas para mejorar el rendimiento.
McGwire nunca ha rechazado tales acusaciones, ni tan siquiera cuando estuvo en las audiencias del Congreso y que dio testimonio bajo juramento.
Selig dijo estar complacido de que La Russa persistió para lograr que McGwire regresara oficialmente al béisbol.
"Le doy mucho crédito a Tony La Russa y (el presidente de la junta de directores de los Cardenales) Bill DeWitt por lograr que esto ocurriera", destacó Selig, según el mismo informe periodístico. "Fui y soy favorable de su decisión".
Pero la reacción de la contratación de McGwire no se ha hecho esperar entre los que investigaron sus posibles acciones delictivas por el consumo de substancias prohibidas.
Uno de ellos ha sido el agente retirado del Servicio Secreto de Estados Unidos (FBI, siglas en inglés), Greg Stejskal, quien lideró la famosa investigación "Operation Equine".
Stejskal ha cuestionado la decisión de los Cardenales y argumentó que McGwire no ha hablado públicamente en contra del consumo de esteroides ni ha demostrado estar arrepentido, según publicó el periódico "New York Daily News".
"Es básicamente recompensar a un tipo que no ha dado la cara para tomar una posición en contra de estas cosas", destacó Stejskal, según la misma fuente. "No hemos escuchado un mea culpa, y por el contrario se convirtió en un recluso".
El ex agente del FBI dijo que "me recuerda un texto de Proverbios: Los malvados huyen adonde ningún hombre los persiga".
Stejskal también reclamó que los investigadores tenían información que ligaba a McGwire con el consumo de esteroides a principios de la década de 1990, de acuerdo al informe que publica el periódico neoyorquino.
"Nosotros teníamos información, luego de concluida la Operation Equine, que creíamos confiable sobre el hecho de que McGwire sí consumió esteroides", señaló Stejskal. "Y luego tú miras los cambios físicos. Basado en cierta cantidad de experiencias, su desarrollo físico indicaba consumo de esteroides", agregó.
Ni la oficina del comisionado, ni los Cadenales han querido hacer comentarios sobre las declaraciones de Stejskal que dejan más abierta que nunca la puerta de las sospechas del posible consumo de substancias prohibidas por parte de McGwire, que tendrá que hacer frente cuando decida presentarse ante los periodistas.
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