martes, 12 de julio de 2011

Crecimiento demográfico: todo un desafío para Cuba

Crecimiento demográfico: todo un desafío para Cuba



LA HABANA.— La celebración en Cuba del Día Mundial de la Población devino hoy oportunidad para reflexionar sobre la dinámica demográfica actual y a largo plazo en nuestro país y los retos que supone para la sociedad toda y
, en especial los jóvenes, buscar una solución al grave decrecimiento poblacional, mientras aumenta el envejecimiento.

En el Colegio de San Gerónimo, en el Centro Histórico de La Habana, un taller reunió a investigadores de las Ciencias Sociales para hurgar en cuanto implica y demanda, en términos de oportunidades, desafíos, decisiones y acciones para afrontar esa situación.

Las cifras hablan por sí solas: siete mil millones de habitantes tendrá el planeta azul en octubre próximo y diez mil millones en el año 2083, mientras en Cuba, con patrones demográficos de país desarrollado, sucederá lo contrario si no modificamos la tendencia actual, pues su población, ahora con poco más de 11 millones puede decrecer nada menos que a 7,6.

Llama a pensar que, por ejemplo, en la capital cubana ya en este momento mueren 12 personas más de las que nacen, que todos los grupos etáreos, excepto el de 60 años y más, están decreciendo y que la actual proporción de 100 jóvenes por cada 60 ancianos se invertirá en un futuro no lejano.

¿Es posible revertir tan compleja situación? Especialistas como el doctor Juan Carlos Alfonso, director del Centro de Estudios de Población y Desarrollo de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información, aseguraron que, más que alarmarnos, urge actuar.

Hablaron de cuán útil sería crear un observatorio demográfico nacional, como también una entidad gubernamental para la atención integral del adulto mayor, y de la necesidad de contar con una política explícita e integral de población, de rediseñar, ampliar y perfeccionar otras, tanto sociales como económicas.

Si la celebración de este 11 de julio llamó a pensar que en un mundo con siete mil millones de habitantes cada persona cuenta, el taller científico coordinado por el Centro de Estudios sobre la Juventud y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) insistió en que el porvenir de Cuba une a todas las generaciones y tiene en los pinos nuevos una fuerza motriz imprescindible.

Invertir en los jóvenes y asegurar que se sientan parte de este presente es una manera de cimentar el futuro, convinieron los participantes, como también en que, más que asistenciales o inclusivas, las políticas públicas orientadas a tan heterogéneo grupo sociodemográfico precisan ser concebidas con y desde los propios jóvenes.

Tal vez la clave esté en el amor, esa fórmula salvadora a la cual aludió el doctor Eusebio Leal, Historiador de La Habana, al reflexionar sobre la necesidad de ganar el compromiso de cada joven con ese pedazo de mundo, tierra y cielo llamado Cuba.

Aprovechemos todos, jóvenes y menos jóvenes, el tiempo que nos ha tocado vivir y apliquémonos con energía al cambio, a la búsqueda de la prosperidad, de la comunión entre Naturaleza y país, entre Patria, nación y pueblo, para salir adelante, instó el también miembro del Comité Central del Partido.

Representantes del UNFPA consideraron a Cuba un ejemplo de cuanto puede hacerse y lograrse, en materia de bienestar de todos los ciudadanos, de protección a los sectores vulnerables, aún sin muchos recursos, cuando existe voluntad política. (AIN)

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