La UE hace un pequeno gesto hacia Cuba

La UE hace un pequeño gesto hacia Cuba


La Unión Europea realizó el lunes un pequeño gesto político hacia Cuba con el objetivo de tener en cuenta las reformas económicas iniciadas por la isla, pero el bloque ha mantenido su "posición común" que condiciona las relaciones con La Habana a los avances en derechos humanos.

Los ministros de Exteriores de Asuntos Exteriores han confiado a la Alta Representante para la Política Exterior de la UE, Catherine Ashton, el mandato de abrir una serie de contactos exploratorios con las autoridades cubanas para sentar las bases de una eventual nueva relación con La Habana, reducida prácticamente a la nada desde la adopción de la "posición común" en 1996.
Cuba ha liberado a 42 prisioneros políticos en las últimas semanas y ha dado señales de una cierta apertura económica, que España deseaba recompensar suavizando la posición europea, considerada por Madrid antiproductiva para la mejoría de la situación en la isla.
"Se ha buscado una fórmula que supone el inicio de una nueva relación con Cuba, lo cual supone una enorme expectativa y, de facto, queda superada esa posición común", declaró en rueda de prensa en Luxemburgo la nueva ministra española de Exteriores, Trinidad Jiménez.
"De alguna manera, la posición común, y la unilateralidad que expresaba la posición común, queda superada por un marco de relaciones bilaterales que pueda conducir en el futuro a un acuerdo entre la UE y Cuba", agregó Jiménez, que atribuyó el avance a su antecesor en el cargo, Miguel Ángel Moratinos.
Cuba considera la posición común un obstáculo para la normalización de sus relaciones con la UE. Aunque la posición no ha sido eliminada, su aplicación está suspendida desde el 2005.
La UE y Estados Unidos han presionado durante años a Cuba para que libere a los presos políticos, mejore los derechos humanos y avance hacia la democracia.
Las críticas internacionales contra la isla crecieron tras la muerte en febrero de Orlando Zapata, un preso político en huelga de hambre durante 85 días exigiendo mejores condiciones de detención.
El Gobierno cubano dijo entonces que estaba siendo víctima de una campaña mediática internacional.
Pero en mayo el presidente Raúl Castro le ofreció a la Iglesia Católica excarcelar a 52 disidentes con la condición de que viajen al extranjero. El Gobierno de España ha participado del proceso, a donde viajaron hasta ahora 39 opositores y sus familiares.