Las confesiones del astro boricua le dieron la vuelta al mundo en sólo minutos. Fotos y vídeo
Por Marcos Billy Guzmán / peludencia.blogspot.com
En cuestión de minutos, la vida del astro boricua Ricky Martin encontró un nuevo alfa y omega, luego de aceptar en horas de la tarde de ayer su homosexualidad.
Unas pocas pulsaciones del reloj le tomó a las redes cibernéticas divulgar en todo el mundo lo que una vez fue el más grande secreto del intérprete de ‘I Don’t Care’. Desde San Juan hasta Seattle, de Miami a Sydney, de Londres a Bombay, la noticia encabezó las páginas cibernéticas de periódicos de todo el planeta, sin siquiera mencionar su diseminación a través de miles de blogs.
Asimismo, medios latinoamericanos publicaron rápidamente la confesión. El Universal de México y La Nación de Argentina, por mencionar algunos, difundieron en cuestión de minutos las declaraciones que representan lo que muchos ya describen como un nuevo comienzo en la carrera y vida personal de Ricky Martin.
La inesperada confesión, que el cantante negó hasta cuando figuras como Barbara Walters cuestionaron su sexualidad de modo incisivo, comenzó a impartirse por el portal Twitter, donde Martin confirmó lo rumorado como “un regalo que me da la vida”.
Desde ese momento, cientos de fanáticos repitieron las declaraciones por Facebook hasta que el diario The New York Times llegara a titular que el artista “está viviendo la vida abierta, es gay”.
Entretanto, el reconocido bloguero de farándula Pérez Hilton publicó la información en su página cibernética, desde donde se enteraron muchas celebridades norteamericanas como Alyssa Mylano, quien describió la valentía del cantante como “bella”.
Miles de seguidores asimilaban el sorprendente testimonio con elogios cuando “The Envelope”, sitio especializado en celebridades de The Los Angeles Times, apenas publicaba que el vocalista se sentía “orgulloso de ser un hombre gay”.
Entre los comentarios publicados en internet, muchos coincidieron en que la homosexualidad de Ricky era un “secreto a voces”, mientras otros hicieron hincapié en que la vida íntima no es de la incumbencia de nadie.
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