jueves, 18 de marzo de 2010
Dias de infierno para la Iglesia
Días de infierno para la Iglesia
“Sacudida” por la revelación de más abusos sexuales de clérigos
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CIUDAD DEL VATICANO - El papa Benedicto XVI expresó ayer miércoles la esperanza de que su próxima carta a los católicos irlandeses sobre el escándalo de abusos sexuales cometidos por un sector del clero en el país contribuya al proceso de “arrepentimiento, cura y renovación”.
Benedicto no mencionó otros escándalos que afectan al clero en su Alemania natal ni en otras naciones. Más de 250 ex seminaristas alemanes han denunciado el padecimiento de abusos físicos o sexuales.
En su audiencia general semanal, el pontífice anunció que mañana viernes firmará la carta pastoral y en breve la remitirá a la feligresía.
En declaraciones en inglés, Benedicto XVI reconoció que la Iglesia irlandesa ha sido “duramente sacudida” a consecuencia de la crisis, y que él mismo está “hondamente preocupado”.
“Les pido a todos ustedes que lean la carta por cuenta propia, con un corazón abierto y un espíritu de fe”, dijo Benedicto. “Espero que ayude en el proceso de arrepentimiento, cura y renovación”.
El Papa convocó a los obispos de Irlanda a una reunión especial en la Santa Sede el mes pasado para analizar las secuelas de la crisis. El encuentro ocurrió entre informes sobre escándalos sexuales similares en la Iglesia católica de Alemania y en otros lugares de Europa.
Tres investigaciones ordenadas por el gobierno irlandés -sobre la arquidiócesis de Dublín, la de Ferns y la desaparecida red de escuelas católicas de oficios para niños menesterosos- han documentado los abusos infantiles y encubrimientos de las autoridades eclesiásticas desde la década de 1930 a la de 1990 que afectaron a más de 15,000 menores.
Varios obispos irlandeses acordaron dimitir, dos de ellos el día de Navidad, pero otros se han negado. El Papa, por su parte, ha rechazado la renuncia de tres obispos implicados en el encubrimiento de abusos en Dublín.
Algunos sectores en Alemania han pedido que Benedicto hable sobre el tema. Hasta ahora nada ha dicho el pontífice en público al respecto, aunque sí lo analizó en privado la semana pasada con el presidente de la conferencia episcopal alemana.
Merkel: “un gran reto”
La canciller Angela Merkel dijo ayer que el escándalo de abusos sexuales por sacerdotes que sacude la tierra del papa Benedicto XVI es un gran reto para la sociedad alemana y advirtió que la única forma de lidiar con ello es “averiguar la verdad sobre todo lo que ha sucedido”.
Los comentarios de Merkel al parlamento se produjeron en medio de una creciente impaciencia de los católicos alemanes para que el Papa hable sobre el escándalo en su país natal, donde unos 300 ex estudiantes católicos han hecho denuncias de abuso sexual y físico.
Benedicto reconoció que la Iglesia irlandesa había sido “sacudida severamente” por la crisis, y dijo que estaba “profundamente preocupado”.
En sus declaraciones -primeras sobre el escándalo en Alemania- Merkel subrayó que era importante no atribuir culpas, aunque la Iglesia católica ha estado en el eje del escándalo en Alemania, desatado en enero cuando víctimas hicieron públicas sus acusaciones en Berlín.
“Pienso que todos estamos de acuerdo en que el abuso sexual de menores es un crimen abominable y que la única forma en que nuestra sociedad puede lidiar con ello es averiguando la verdad sobre todo lo que ha sucedido”, le dijo Merkel al parlamento. “El daño sufrido por las víctimas nunca podrá ser reparado totalmente”.
En las semanas siguientes, víctimas desde los Alpes Bávaros hasta la norteña Renania han hecho acusaciones públicas similares casi a diario sobre abusos a manos de sacerdotes y maestros, incluyendo en la escuela vinculada al renombrado coro de niños de Regensburger Domspatzen, dirigida durante tres décadas por el hermano del papa, padre Georg Ratzinger.
Pide perdón
Asimismo, el primado de la Iglesia Católica irlandesa, el cardenal Sean Brady, pidió ayer perdón por haber ocultado el caso de abusos de menores cometidos por un sacerdote pederasta en la década de los años setenta.
El primado, que siendo sacerdote en 1975 estuvo presente en dos reuniones en la que se pidió a dos niños víctimas de los abusos del cura Brendan Smyth que hicieran un voto de silencio, también dio a entender que reflexionará sobre su futuro, en una declaración en el Día de San Patricio, patrón de Irlanda.
“Esta semana un episodio doloroso de mi pasado se me ha presentado. He escuchado la reacción de la gente sobre mi labor en eventos de hace 35 años”, afirmó el cardenal.
“Quiero decirle -agregó- a cualquiera que haya resultado herido por mi fracaso que pido disculpas con todo mi corazón. También pido perdón a todos los que sienten que les he defraudado”.
“Mirando hacia atrás me avergüenzo ya que no siempre he defendido los valores que profeso y creo", prosiguió.
El anuncio lo hizo ante varias miles de personas que asistían en la Plaza de San Pedro del Vaticano a la audiencia pública de los miércoles y en el saludo en inglés que efectuó a los fieles de Irlanda, Gran Bretaña, EE.UU. y otros países de ese habla presentes.
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