miércoles, 24 de agosto de 2011

as fuerzas de Gadafi bombardean barrios de Trípoli



Las fuerzas de Gadafi bombardean barrios de Trípoli

Fuerzas leales a Muamar el Gadafi están bombardeando zonas del centro de Trípoli …
TRÍPOLI (Reuters) - Fuerzas leales a Muamar el Gadafi están bombardeando zonas del centro de Trípoli incluyendo el complejo del líder libio tomado por los rebeldes un día antes, dijo el miércoles un portavoz rebelde.
"Hubo bombardeos sobre (el complejo de) Bab al Aziziya, la zona de Al Mansura y otra zona cercana al hotel Rixos. La mayor parte de este bombardeo fue llevada a cabo por células del régimen situadas en la zona de Abu Salim", dijo el portavoz, que habló bajo la condición del anonimato.
Gadafi prometió la víspera luchar hasta la muerte o la victoria, después de que los rebeldes lo obligaran a abandonar su bastión de Trípoli.
Mientras se hacían con el control del cuartel general Bab al-Aziziya, los rebeldes se llevaron armas y destruyeron símbolos de la dictadura de 42 años, cuya caída transformará Libia y enviará una advertencia a otros gobiernos árabes autoritarios que afrontan alzamientos populares.
Gadafi dijo que su salida de las instalaciones situadas en el centro de la capital era una medida táctica después de que el recinto fue golpeado por 64 ataques aéreos de la OTAN y prometió "martirio" o victoria en su lucha contra la alianza occidental y enemigos libios.
Instando a los libios a limpiar las calles de traidores, el líder árabe dijo que recorrió Trípoli de incógnito.
"Salí un momento en Trípoli de manera discreta, sin ser visto por la gente, y (...) no sentí que Trípoli estuviera en peligro", agregó.
El paradero de Gadafi tras salir de su cuartel general continúa siendo un misterio, aunque parecía que aún estaba en Trípoli, al menos hasta hace poco tiempo.
Los rebeldes dijeron que continuaban los combates cerca del hotel Rixos, donde seguidores armados del líder libio han impedido que los periodistas extranjeros dejen el lugar, y en áreas del este de la ciudad.
Un periodista de Reuters cerca del hotel al mediodía (1000 GMT) del miércoles escuchó disparos de rifles y de armas antiaéreas pesadas, que han sido utilizadas por ambos bandos.
Más temprano en la mañana, la periodista de Reuters Missy Ryan, dentro del hotel, dijo que el agua y los alimentos estaban escaseando. Hombres armados pro-Gadafi que habían patrullado el complejo del hotel no se veían más en los alrededores, dijo, pero no estaba claro si se habían retirado.
Los residentes permanecían temerosos, con calles vacías, tiendas destruidas y montañas de basura que demuestran que la vida estaba lejos de lo normal en la ciudad de dos millones de habitantes. Los rebeldes habían instalado puestos de control a lo largo de la principal carretera hacia la ciudad desde el oeste.
Al caer la noche el martes se registraron fuertes enfrentamientos en Sabha, una ciudad al sur en el desierto que los rebeldes anticiparon podría ser el último reducto de las fuerzas leales a Gadafi.
Las tropas gubernamentales atacaban con artillería los pueblos de Zuara y Ajelat al oeste de Trípoli, informó la cadena de televisión Al Arabiya.
"VOLCAN DE LAVA"
El intercambio de disparos continuo sugiere que la insurgencia popular de seis meses contra Gadafi, un nacionalista árabe que desafió a Occidente y gobernó con mano de hierro el país exportador de petróleo durante cuatro décadas, aún no ha triunfado por completo.
Un portavoz de Gadafi dijo que el líder libio estaba listo para resistir a los rebeldes durante meses, o incluso años.
"Nosotros convertiremos a Libia en un volcán de lava y fuego bajo los pies de los invasores y sus agentes traidores", dijo Musa Ibrahim, hablando por teléfono a canales por satélite.
Los líderes rebeldes no podrán disfrutar de la paz si ejecutan sus planes de trasladar su cuartel general hasta Trípoli desde la oriental ciudad de Bengasi, afirmó.
Pero Gadafi ya era historia ante los ojos de los rebeldes y sus líderes políticos planificaban negociaciones de alto nivel en Qatar el miércoles con enviados de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Turquía y los Emiratos Árabes Unidos sobre la forma de seguir adelante.
Hay otra reunión programada para el jueves en Estambul.
China instó a una "transición de poder estable" en Libia y dijo el miércoles que estaba en contacto con el consejo rebelde, en la señal más clara hasta el momento de que Pekín ha optado efectivamente por el reconocimiento de las fuerzas que buscan derrocar a Gadafi.
China "respeta la decisión del pueblo libio", dijo el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Ma Zhaoxu, en un comunicado.
Un importante representante de la reconstrucción en el movimiento rebelde dijo que el nuevo Gobierno honrará todos los contratos petroleros firmados durante la era Gadafi, incluyendo los de compañías chinas.
"Los contratos en los pozos petroleros son absolutamente sacrosantos", dijo Ahmed Jehani a Reuters Insider TV. "No está en cuestión revocar ningún contrato", agregó.
MANTENGAN LA REVOLUCION LIMPIA, DICE LIDER REBELDE
Había división de opiniones sobre el paradero de Gadafi. El coronel Ahmed Bani dijo al canal de televisión Al Arabiya que los rebeldes creen que Gadafi está probablemente refugiado en uno de sus muchos escondites en Trípoli. "Tomará mucho tiempo hallarlo", afirmó.
El jefe del Consejo Nacional Rebelde Mustafa Abdel Jalil, quien hasta febrero era un ministro leal a Gadafi, advirtió: "Es demasiado pronto para decir que la batalla de Trípoli ha terminado. Eso no ocurrirá hasta que Gadafi y sus hijos sean capturados".
Mahmoud Jibril, jefe del gobierno rebelde, prometió una transición a la democracia para todos los libios. "Todo el mundo está mirando a Libia", declaró, advirtiendo que no deben realizarse actos de justicia sumaria.
"No debemos manchar la página final de la revolución", declaró.
Jibril dijo que habían formado un nuevo organismo que incluía a comandantes de campo de múltiples grupos revolucionarios para coordinar la seguridad. Existe una larga historia de fricciones entre aldeas y tribus, árabes y bereberes, y entre el este y el oeste de un Estado formado como una colonia italiana en 1934.
Las potencias occidentales que apoyaron la revuelta con poder aéreo evitaron pronunciar la victoria, aunque están ansiosos de un rápido retorno del orden, dados los temores de que las divisiones étnicas y tribales entre los insurgentes podrían degenerar en el tipo de anarquía que desbarataría las esperanzas de que Libia reanude sus exportaciones de crudo.
Pero la caída de Gadafi, con las llamativas imágenes de televisión satelital de los rebeldes ingresando a su bastión y destruyendo los símbolos de su largo dominio, podría ser una inyección de ánimo para otras revoluciones en el mundo árabe.
Podría subrayar que los líderes autoritarios afianzados ya no son invencibles, especialmente en Siria, donde los alzamientos populares se han extendido a pesar de una cada vez más dura represión militar por parte del presidente Bashar al Asad.

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