MÉXICO, 22 de junio.— A partir de la promulgación de la ley SB 1070 de Arizona, y el debate en otros estados norteamericanos en torno a leyes que igualmente criminalizan la inmigración, los ataques de grupos racistas contra los hispanos se han incrementado en un 20 % entre el 2010 y el primer semestre del 2011.
Policías, agentes migratorios, alguaciles, entre otras autoridades, son partícipes del clima antiinmigrante.
Según advierte un estudio sobre odio, agresiones y discriminación en EE.UU., que elaboró la dirigencia nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) de México, en la nación norteña se identificaron 840 grupos de odio en el 2008; al año siguiente había 889 grupos registrados, pero para mayo del 2011 se han multiplicado, teniendo un estimado de más de 1 100.
"Hay un incremento en 2010 y 2011 de los grupos de odio, pero también de actos de racismo de alguaciles, de autoridades locales y de autoridades de las ciudades que encadenan, esposan y golpean a migrantes", acota el texto, que recopila informes de distintas organizaciones en defensa de los derechos humanos, como Southern Poverty Law Center.
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