martes, 9 de noviembre de 2010

Bush se presenta como un "disidente" que se oponia a la guerra en Irak



Bush se presenta como un "disidente" que se oponía a la guerra en Irak

El ex presidente de EEUU George W. Bush aseguró haber sido una "voz disidente" en el seno de su Gobierno al oponerse a invadir Irak, aunque luego se convenció de usar la fuerza, según dijo el lunes en su primera entrevista por televisión desde que dejó el cargo, en enero de 2009.

"Yo era una voz disidente. No quería usar la fuerza" contra Irak, dijo el ex presidente en una entrevista a la cadena NBC, la víspera de la publicación de sus memorias, tituladas 'Decision Points' ('Momentos decisivos').
"Quería darle una oportunidad a la diplomacia", afirmó. Interrogado sobre la influencia de su vicepresidente Dick Cheney, que lo habría incitado a atacar Irak, Bush respondió que esta cuestión no tenía importancia. "Soy yo el que decide cuándo atacamos", explicó. Dick Cheney "habría tal vez dicho 'Vamos', pero yo dije 'No'", afirmó.
Bush, prácticamente silencioso desde que dejó la Casa Blanca, volvió a la escena con la publicación el martes de sus memorias, en las que justifica su "guerra al terrorismo" y, con bemoles, la invasión a Irak. El libro aparece una semana exacta después de la victoria republicana en las legislativas estadounidenses.
La publicación, de una tirada de 1,5 millones de ejemplares, es acompañado por una campaña de prensa de Bush, de 64 años. Las memorias de Bush, presidente número 43 de Estados Unidos, tienen cerca de 500 páginas, y revisan su mandato, marcado por los ataques del 11 de setiembre y las invasiones de Afganistán e Irak.
Según The New York Times, que accedió a una copia del libro, Bush admite haber sentido "náuseas" al enterarse de que no se encontró ningún arma de destrucción masiva en Irak tras la invasión de principios de 2003. En su momento, Bush había justificado la invasión en que el Gobierno iraquí tenía "armas de destrucción masiva" que constituían "un peligro para el mundo".
Sin embargo, el ex presidente estadounidense -que ha pasado los últimos dos años en su rancho en Tejas- sigue defendiendo su decisión, afirmando que ahora Irak "está mejor, con un gobierno responsable ante la gente, que dejó de torturarla y matarla".
Sin embargo, Bush justifica la tortura del 'submarino'', en la cual el torturado es sumergido en agua hasta llegar al borde de la asfixia para obligarlo a hablar durante un interrogatorio. "Claro que sí", responde Bush en una parte del libro a agentes de la CIA que le preguntan si podían someter al 'submarino' al paquistaní Jaled Sheik Mohamed, el autoproclamado cerebro de los ataques del 11-S.

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