martes, 19 de octubre de 2010
Las huelgas y manifestaciones vuelven a poner a prueba a Sarkozy
Las huelgas y manifestaciones vuelven a poner a prueba a Sarkozy
Trabajadores del sector público en huelga alterarán el martes los viajes en Francia y los manifestantes saldrán a las calles en masa mientras los sindicatos ponen a prueba al presidente Nicolas Sarkozy sobre su impopular reforma de las pensiones.
Las huelgas y manifestaciones vuelven a poner a prueba a Sarkozy
Personal de aeropuertos, conductores de autobuses y trenes, profesores, trabajadores postales y los conductores de furgones blindados que abastecen los cajeros se unirán a los empleados de refinerías y otros sectores en un día de huelgas por todo el país contra el plan de Sarkozy de retrasar la edad de jubilación.
El desabastecimiento de combustible empeorará al entrar la huelga de las refinerías en su octavo día, y las autoridades estarán alerta ante cualquier escalada de la violencia esporádica como la registrada el lunes en algunas ciudades, donde pequeños grupos de camorristas incendiaron vehículos y se enfrentaron a la policía.
Un colegio de Le Mans, en el noroeste de Francia, se quemó en la madrugada del martes tras un aparente incendio provocado, pero no estaba claro si estaba relacionado con las protestas.
La ministra de Justicia, Michele Alliot-Marie, dijo a la radio Europe 1 que la situación no era una crisis, pero advirtió a los manifestantes de que "el derecho a manifestarse no significa derecho a destrozar cosas".
El martes será el sexto día de huelgas y protestas nacionales desde junio, y un último intento por desafiar al Gobierno de centroderecha antes de la votación final del Senado esta semana sobre el proyecto de ley de pensiones, que el Ejecutivo considera vital para frenar un déficit en las pensiones cada vez más abultado a medida que la población envejece.
El sábado, el último día nacional de protestas, alrededor de un millón de personas salieron a las calles, según estimaciones oficiales.
La protesta del martes se produce además después de un paro de una semana en refinerías, bloqueos de algunos depósitos de combustible y una huelga no relacionada en los puertos petrolíferos que ha provocado el desabastecimiento de gasolineras, provocando un pánico comprador y colas de indignados automovilistas. El Ejecutivo se ha visto obligado a recurrir a reservas industriales estratégicas.
"Llené el depósito para la semana el viernes, pero mi colega se ha quedado sin combustible, no puede trabajar, no sabe qué hacer", dijo Marques Vasco, de 52 años, que descargaba un camión de cerveza y refrescos en una cafetería de París. "Me preocupa que esto vaya a continuar".
El sindicato CGT confirmó que las acciones de protesta seguían en marcha en las 12 refinerías de Francia.
Sarkozy, que se reúne el martes con sus homólogos ruso y alemana en la localidad turística francesa de Deauville, dijo a periodistas el lunes que no daría marcha atrás.
"La reforma es esencial y Francia está comprometida con ello y seguirá adelante como hicieron nuestros socios alemanes", dijo tras reunirse con la canciller alemana, Angela Merkel, que instó a los franceses a aceptar que vivir más significa trabajar más tiempo.
Alemania votó en 2007 retrasar su edad de jubilación a los 63 años desde los 62 para 2029 y muchos otros países europeos han llevado a cabo similares retrasos en la edad de jubilación, o planean hacerlo.
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