jueves, 19 de agosto de 2010
Estados Unidos se encamina al fin de su mision en Irak
Estados Unidos se encamina al fin de su misión en Irak
El Ejército de Estados Unidos se mantiene firme en su objetivo de reducir el número de soldados en Irak hasta 50.000 para el 31 de agosto, cuando la misión de combate de siete años y medio lanzada por el ex presidente George W. Bush llega a su fin oficial.
La última brigada estadounidense oficialmente clasificada como unidad de combate traspasó sus responsabilidades a sus contrapartes iraquíes el 7 de agosto, pero los soldados han ido saliendo del país en aviones y por carretera durante un año.
"Mi experiencia personal es que valió la pena. Pagamos un alto precio", dijo el sargento primer Christopher Hush, del Primer Batallón del 116 regimiento de Infantería que salió hacia Kuwait a principios de esta semana.
Los medios estadounidenses dijeron el miércoles que las últimas tropas de combate estadounidenses habían salido de Irak, pero responsables oficiales aclararon que todavía quedaban 56.000 soldados en el país, así que la reducción a 50.000 efectivos para el 1 de septiembre prometida por el presidente Barack Obama todavía estaba en marcha.
En realidad habrá pocos cambios en el terreno en la misión estadounidense en Irak llegado el 1 de septiembre, ya que muchas unidades militares han empezado a centrarse en entrenar y ayudar a las tropas iraquíes y a la policía hace más de un año, cuando salieron de las ciudades iraquíes el 30 de junio de 2009.
Gran parte del material bélico estadounidense y muchos de los soldados que están saliendo de Irak se desplegarán en Afganistán, donde las fuerzas de la OTAN están combatiendo el resurgimiento de los talibanes.
El final de la misión de combate de Estados Unidos en Irak supondrá un hito en la guerra que comenzó en 2003 con la invasión para derrocar al dictador Sadam Husein, cuyo extenso mandato se vio marcado por una guerra de ocho años con Irán, la invasión de Kuwait, el declive económico y el aislamiento diplomático.
Más de 4.400 soldados de Estados Unidos han muerto desde la invasión, y hasta 106.071 civiles iraquíes también fallecieron en el feroz conflicto desatado entre la mayoría chií y la minoría suní que gobernó el país con Sadam.
La violencia sin embargo ha caído abruptamente desde su punto más alto en 2006 y 2007, cuando las tropas estadounidenses llegaron a ser unas 170.000.
Pero una resistente insurgencia suní liderada por islamistas sigue llevando a cabo atentados devastadores e Irak continúa siendo un lugar frágil.
Sus líderes no han resulto una serie de asuntos políticos explosivos que podrían fácilmente provocar nuevos enfrentamientos, como las tensiones entre la mayoría árabe y la minoría kurda y la reconciliación entre suníes y chiíes.
Tampoco han sido capaces de formar un nuevo gobierno cinco meses después de unas elecciones que no ofrecieron un ganador claro, y las tensiones se han avivado por una serie de atentados suicidas y de otro tipo obra de los insurgentes, que tratan de aprovechar el vacío de poder de cara al fin de la misión estadounidense.
PROMESA A LOS VOTANTES
Obama prometió a los votantes estadounidenses que detendría las misiones de combate el 31 de agosto de antes de una retirada completa de Estados Unidos a finales de 2011, como se acordó en un pacto bilateral de seguridad firmado por su predecesor.
El mandatario ha dicho que no quiere que ningún soldado siga en Irak después del 1 de enero de 2012, incluso aunque sea imposible para Irak mantener su propia fuerza aérea y estar listo para proteger su integridad territorial para entonces.
La guerra en Irak ha durado más que la Guerra de Secesión en Estados Unidos y las dos guerras mundiales.
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