martes, 2 de marzo de 2010
Una militarizada Concepcion parace zona de guerra por los saqueos
Una militarizada Concepción parece zona de guerra por los saqueos
Concepción, la ciudad más afectada por el seísmo en Chile, estaba este martes fuertemente militarizada, con tanquetas en las calles, un toque de queda ampliado a 18 horas y sus habitantes organizados en grupos de autodefensa por los violentos saqueos de los últimos días.
Escenas de guerra podían verse este martes en Concepción, con tanquetas custodiando lugares estratégicos, mientras patrullas con soldados con armas en ristre recorrían las calles.
Mientras el país intenta levantarse de una de las mayores catástrofes de su historia, la ayuda internacional comenzó a llegar, con la visita de la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton.
"La reconstrucción costará mucho dinero", admitió la presidenta del país, Michelle Bachelet, tras reunirse con la ex primera dama estadounidense.
Clinton trajo unos 20 equipos satelitales de comunicaciones, entre otros insumos, para sacar del aislamiento a localidades incomunicadas por el cataclismo, auxilio que fue agradecido por Bachelet en el encuentro en el aeropuerto, que sigue restringido en sus operaciones por los severos daños que el seísmo provocó allí.
La ayuda de otros países como Argentina, Brasil, Perú o España era esperada en las próximas horas.
El toque de queda en Concepción para evitar saqueos y atentados como dos incendios intencionales el lunes, fue ampliado a 18 horas entre las 6 de la tarde y el mediodía siguiente, lo que demuestra un endurecimiento de la fuerza pública ante la magnitud del vandalismo que se apoderó de las ciudad en las últimas horas.
La rígida norma de excepción que impide circular causó este martes un colapso de tránsito con kilométricas filas de vehículos que no podían entrar a Concepción hasta el fin del toque de queda al mediodía.
En Concepción los vecinos de varias comunidades montaron barricadas para defenderse de la amenaza de los saqueadores, que burlan el toque de queda para ingresar a las casas.
"Decidimos organizarnos para defendernos", dice un hombre que fuma al pie de la candela en la comunidad de San Pedro de La Paz. "Aquí las armas son palos y piedras", agrega.
En los barrios más acomodados, un periodista de AFP constató al menos a una persona con armamento largo en su puerta. Los vecinos resolvieron atarse un lazo blanco en el brazo para distinguirse de los que no residen en la zona.
Un paramédico de bomberos comenta que en las villas donde viven militares retirados se ha sugerido a los jefes de familia "dormir con las armas al alcance".
En localidades cercanas a Concepción, como el puerto adyacente de Talcahuano, afectada por un tsunami, viven en la penumbra y están expuestos al pillaje.
"Por la noche vienen vándalos a meterse en nuestras casas que están expuestas. Así que juntamos todo lo que pudimos y prendimos fuego para calentarnos y así cuidar las cosas en la puerta de nuestras casas", dice Antonio González en ese puerto.
"Estamos durmiendo con un fierro o un palo en la mano para defendernos. Muchos que lo han perdido todo vienen como zombies buscando qué llevarse y tenemos que responder", añade Juan, un ingeniero cuya casa también se dañó.
La destrucción afecta gran parte del litoral en poblaciones como Dichato, Cobquecura, Constitución o Pelluhue.
"Todo eso era lleno de casas. Más de cien", dijo la superviviente Silvia Aparicio, mientras apuntaba hacia el balneario de Pelluhue, sepultado bajo la arena por el tsunami.
En Talca, 300 kilómetros al sur de la capital, muchos residentes deambulan entre las ruinas, entre ellas una parte de la iglesia, mientras jaurías de perros sin dueño recorren las calles en busca de comida.
La gente se refugia bajo pequeñas tiendas montadas en estacionamientos o en senderos polvorientos.
El antiguo centro de Talca se derrumbó en minutos y las pintorescas casas de adobe, algunas de hasta un siglo de antigüedad, colapsaron, con un balance provisional de 95 muertos.
Escenas de exasperación por la demora en la llegada de ayuda eran la norma en varias poblaciones. Muchas personas han expresado que el Gobierno chileno se apresuró a enviar ayuda a Haití durante el terremoto que azotó ese país en enero pero que no ha tenido los mismos reflejos para su propia tragedia.
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