jueves, 21 de enero de 2010

Los equipos de rescate empiezan a retirarse de Haiti




Los equipos de rescate empiezan a retirarse de Haití



La búsqueda de supervivientes tras el devastador seísmo que asoló a Haití comenzaba a debilitarse tras la retirada de equipos internacionales de rescate, y la ayuda, aunque más abundante, aún no es suficiente para las decenas de miles de afectados.

Haití, un país desesperadamente pobre antes del terremoto de magnitud 7,0 que el 12 de enero arrasó su capital, Puerto Príncipe, y dejó ente 100.000 y 200.000 muertos, ahora requiere de la ayuda mundial para obtener el sustento básico.

"¿Estamos satisfechos con el trabajo que estamos haciendo? Definitivamente no", dijo el subdirector de la Organización Panamericana de la Salud, Jon Andrus.

"Pero se está haciendo un avance. Piensen en lo que comenzamos cuando el mundo se vino abajo en Haití. No había carreteras, sólo escombros y cadáveres. No había comunicaciones, sólo muerte y desesperación", agregó.

El fuerte seísmo de magnitud 5,9 que se registró el miércoles hizo que los alarmados haitianos huyeran de los edificios y se alejaran de las paredes, pero no causó destrucción ni desaceleró la entrega de ayuda internacional, ahora reforzada por la llegada de más tropas estadounidenses.

La violencia y los saqueos han disminuido después de que las tropas estadounidenses ofrecieran seguridad para la distribución de agua y alimentos, mientras que miles de haitianos desplazados decidieron buscar refugio fuera de Puerto Príncipe.

Sensible a las apariencias de que Estados Unidos estaba asumiendo muy enérgicamente su papel, el presidente Barack Obama dijo el miércoles que la Casa Blanca estaba siendo "muy cuidadosa" en sus tareas junto al Gobierno haitiano y Naciones Unidas.

"Quiero asegurarme de que cuando Estados Unidos proyecta su poder alrededor de todo el mundo, no sólo se lo vea cuando pelea en una guerra", dijo Obama en ABC News.

"También tiene que ser capaz de ayudar a las personas que necesitan ayuda con desesperación. Y al final eso será bueno para nosotros. Eso será bueno para nuestra seguridad nacional en el largo plazo", agregó el mandatario.

Naciones Unidas agradeció a República Dominicana el establecimiento de un pasillo de ayuda humanitaria desde Santo Domingo hacia Puerto Príncipe y el envío de 150 soldados para unirse a un contingente peruano de cascos azules de la ONU para proteger el área.

DESEMBARCO DE AYUDA

Los marines de Estados Unidos desembarcaron topadoras, excavadoras y camiones en una playa de un pueblo cercano a Puerto Príncipe.

Multitudes de haitianos observaban en calma el desembarco anfibio, mientras que los equipos de la marina de Estados Unidos comenzaban a distribuir alimentos y ayudaban a los supervivientes a levantar refugios para los desposeídos.

El buque hospital USNS Comfort llegó a aguas haitianas con sus avanzadas unidades quirúrgicas. Alrededor de 12.000 efectivos militares de Estados Unidos están en Haití y en barcos cerca del país.

La ONU acordó destinar 2.000 tropas y 1.500 policías más a la misión de paz de 9.000 efectivos que se encuentra en Haití.

Un equipo de rescate de Florida abandonó Haití el miércoles, y había informaciones de que equipos similares de Bélgica, Luxemburgo y Reino Unido los habían imitado.

Equipos internacionales y estadounidenses han rescatado 122 personas, dijo la Casa Blanca. Los haitianos rescataron otras tantas en las horas y días que siguieron al seísmo.

La mayor parte de las tareas rutinarias de la ciudad aún no se han restablecido en Puerto Príncipe. Los hospitales están sobrepasados y los médicos carecen de anestesia general, lo que los ha obligado a operar sólo con anestésicos locales.

Médicos sin Fronteras dijo que hay un considerable atraso en la atención de los pacientes en algunas de sus instalaciones quirúrgicas y que sus profesionales han visto infecciones de heridas no tratadas. "Algunas víctimas están muriendo a consecuencia de la sepsis", dijo el grupo.

El sistema de agua de la ciudad sólo funcionaba parcialmente, pero camiones cisterna comenzaron a entregar agua a los mayores campamentos improvisados, donde los vendedores hicieron una rápida ganancia al vender carbón a las familias que estaban usando pequeñas parrillas para cocinar.

Los residentes de la ciudad han estado durmiendo en las calles porque sus viviendas quedaron destrozadas o por temor a las réplicas.

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