El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, dejó la embajada de Brasil en Tegucigalpa para trasladarse al aeropuerto desde donde voló hacia República Dominicana.
Zelaya habló en Santo Domingo luego de ser acompañado por el presidente dominicano Leonel Fernández desde la embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde estuvo unos cuatro meses.
Lobo "tendrá que demostrar que la voluntad que ha mostrado se haga una realidad", dijo el ex mandatario, quien fue derrocado en un golpe de Estado el 28 de junio pasado.
Por su parte, el presidente Fernández le dio la bienvenida a Zelaya y defendió su papel durante toda la crisis.
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"El presidente Zelaya es un símbolo de la democracia en América Latina", dijo.
"La forma en que su gobierno fue interrumpido representó una afrenta para la República Dominicana y para toda la America Latina".
Zelaya, por su parte, lamentó no haber podido regresar al poder, 129 días después de ser derrocado, asegurando que "fue un esfuerzo fallido".
También lamentó que su gabinete aún sea "perseguido". "Todos mis ministros tienen todavía órdenes de captura".
"Reformar la Carta Democrática"
Durante la rueda de prensa que ofrecieron en Santo Domingo, tanto Zelaya como Fernández abogaron por una reforma a la Carta Democrática Interamericana.
La forma en que su gobierno (el de Zelaya) fue interrumpido representó una afrenta para la República Dominicana y para toda la America Latina
Leonel Fernández, presidente de República Dominicana
Fernández destacó la necesidad de revisar las sanciones a los regímenes golpistas contempladas en dicha Carta Democrática, ya que sólo establece la suspensión del país de la Organización de Estados Americanos (OEA) en el caso de golpes de Estado.
Además, el presidente dominicano estimó conveniente reforzar el poder coercitivo de esa norma.
Zelaya, por su parte, acotó que la Carta Democrática Interamericana, aprobada en 2001, "necesita un nuevo capítulo" y que eso deberá ser estudiado por los presidentes y cancilleres de la región, así como por el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza.
Lobo también lo acompañó
Zelaya abandonó Honduras hacia las 15:35 horas (21:35 GMT) en un avión acompañado de su esposa, Xiomara Castro, su hija Hortensia y su asesor Rasel Tomé.
El depuesto mandatario también fue acompañado desde la embajada hasta el aeropuerto de Toncontín por el flamante presidente de Honduras, Porfirio Lobo, quien había asumido su cargo unas horas antes, luego de ganar las elecciones del pasado 29 de noviembre.
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Lobo había prometido sumarse a la delegación que acompañó a Zelaya desde la representación diplomática brasileña al aeropuerto, informó Caio Quero, enviado especial de la BBC a Tegucigalpa.
Para Zelaya y Fernández, hay que revisar las sanciones a los regímenes golpistas de la Carta Democrática.
Zelaya había regresado el 21 de septiembre a Honduras de forma clandestina para tratar de recuperar el poder, tras el golpe de Estado del 28 de junio que conllevó su inmediata expulsión del país hacia Costa Rica.
Pero no pudo lograrlo, a pesar de los denodados intentos de negociación con el gobierno interino liderado por Roberto Micheletti, y de la mediación del presidente de Costa Rica, Oscar Arias.
Lobo había llegado a un acuerdo con Fernández el pasado 20 de enero por el que se comprometió a otorgarle un salvoconducto a Zelaya para poder abandonar el país.
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Nueva etapa
La asunción del empresario Porfirio Lobo como presidente de Honduras, tras siete meses de profunda crisis política por el golpe de Estado, marca una nueva etapa en la historia del país.
Lobo, de 62 años, tendrá entre sus retos inmediatos dar legitimidad a su gobierno ante la comunidad internacional y la recuperación del comercio, los fondos y créditos extranjeros interrumpidos tras el golpe.
El nuevo presidente prometió mantenerse fiel a la República y a sus leyes durante una ceremonia a la que asistieron pocos dignatarios de otros países.
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Tras la investidura de Lobo, juraron sus cargos los tres vicepresidentes de Honduras, María Antonieta de Bográn, Samuel Reyes y Víctor Barnica.
Según el periodista de BBC Mundo Arturo Wallace el nuevo mandatario encuentra un país aún sacudido por la crisis política e institucional de junio, cuando Zelaya fue depuesto por sectores de la sociedad con la ayuda de los militares.
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