lunes, 24 de agosto de 2009

Vestida de gala




La puertorriqueña Mayra Matos lució muy bien con una creación de Gustavo Arango.

















Vestidas de gala
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Las candidatas a Miss Universe demostraron que más allá de la belleza, los vestidos cobran gran importancia al momento de luchar por la corona

Por peludencia.blogspot.com
Más allá de quién gana o quién se elimina en el último minuto, los certámenes de belleza siempre dan pie al intercambio de opiniones sobre el vestido, el maquillaje y el peinado de las concursantes.
Que si el peinado de aquella fue lo que la hizo perder, que si el vestido de la otra no resaltaba sus atributos o que el maquillaje no le favorecía. En fin, son muchos los comentarios que surgen, pero la realidad es que seleccionar el vestido, el maquillaje o el peinado inadecuado puede costarle la corona hasta a la más bella e inteligente de las concursantes.

La puertorriqueña Mayra Matos lució muy bien con una creación de Gustavo Arango. (AP)
Si aún no lo cree, pregunte a los que favorecían a Miss Kosovo, Gona Dragusha, una concursante hermosa, con un vestido espectacular, pero un peinado que no le quedaba bien. Nos hizo recordar al moño tan criticado que llevó Isis Casalduc al Miss Universe 2002. Pero, si la chica hubiese ganado, ¿cómo le iban a colocar esa corona por encima del moño sin despeinarla? Eso sí, después de haberla puesto no hubiese rodado por el piso, como ocurrió cuando Dayana Mendoza coronó a su compatriota Stefania Fernández.
Por cierto, Fernández, la ganadora de la noche, llegó decidida a llamar la atención, entre el vestido rojo, con labios rojos y peinado de reina, estaba clara que si no se llevaba la corona, al menos aseguraría una buena posición. El espectacular corpiño del vestido dejaba al descubierto sus hombros y las aplicaciones eran muy sutiles. Sin embargo, la falda ancha recamada de plumas la hacía lucir más como una reina de carnaval que como una reina de belleza. ¡Le faltó la carroza!
Continuando con el tema de la pasarela en el concurso, otras que no brillaron tanto fueron las representantes de República Checa y Suiza. La primera lució un vestido pintado a mano que no resaltó su belleza. Más bien parecía sacada de una de la películas Barbie Fairytopia, mientras que Suiza, modeló un vestido amarillo diseñado por ella, que no era feo pero tampoco la hizo brillar.
Miss Estados Unidos, Kristen Dalton, pasó sin pena ni gloria con su vestido en dos tonos de azul. La candidata mencionó que le gustaba el traje porque la hacía sentir como una princesa pero la realidad es que no la hizo lucir como una reina y eso era lo que necesitaba en ese momento tan trascendental.
Rachael Finch, Miss Australia, es una mujer hermosa, pero a su vestido le faltó ese detalle impactante que la hiciera destacarse entre el grupo. Posiblemente el peinado y el maquillaje fueron demasiado sencillos para el momento y le restaron al look total de un vestido de gala.
Miss Francia, Chloe Mortaud, tenía porte de reina y lució impactante con el vestido plateado. La joven mencionó que éste reflejaba su personalidad y la hacía sentir muy segura.
Por su parte, Ada Aimee De la Cruz, Miss República Dominicana, llevó un vestido confeccionado por el diseñador puertorriqueño Carlos Alberto. Entre las cinco finalistas, fue ella quien lució más como reina de belleza que como modelo de pasarela. El traje favoreció su silueta curvilínea y el color blanco resaltó el bronceado de su piel.
Por último, la puertorriqueña Mayra Matos lució muy bien con una creación de Gustavo Arango. El vestido rosa intenso la hizo resaltar entre las demás, por ser un tono poco común en los concursos de belleza. Y el estilo columna acentuó su silueta de manera favorable. En general, Mayra lució hermosa, como toda una reina.

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