Obama reencamina la guerra contra el terrorismo

Obama reencamina la guerra contra el terrorismo
El presidente estadounidense crea equipo selecto que reenfocará la política sobre detenciones e interrogatorios

Por Felipe concepcion
Washington - El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aprobó la creación de un equipo selecto de interrogadores que investigará a los sospechosos de actividades terroristas, afirmó hoy el diario The Washington Post.
El periódico, que cita como fuente a altos funcionarios del Gobierno no identificados, sostuvo que esa medida "es parte de un esfuerzo más amplio para reencaminar la política de Estados Unidos sobre detenciones e interrogatorios".
Precisamente, la oficina de ética del Departamento de Justicia recomendó que el fiscal general Eric Holder inicie investigaciones de la conducta de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y las denuncias de torturas de sospechosos por actividades terroristas.
La recomendación contradice la decisión del anterior Gobierno de George W. Bush de no procesar una veintena de casos.




Se espera que el Departamento de Justicia divulgue hoy, al menos en parte, un informe elaborado en 2004 por la Inspección General de la CIA sobre los supuestos abusos de presuntos miembros de la red terrorista Al Qaeda durante interrogatorios efectuados por la agencia.
Según el Post, Obama firmó la semana pasada la creación del llamado "Grupo de Interrogatorio de Detenidos de Alto Valor" (HIG, por sus siglas en inglés).
"Formado con expertos de varias agencias de inteligencia y policiales, la unidad de interrogatorios tendrá su sede en la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), pero será supervisada por el Consejo Nacional de Seguridad, lo cual saca el centro de gravedad de la CIA y da vigilancia directa a la Casa Blanca", añadió el diario.
Bajo las nuevas instrucciones, los miembros de este equipo especial deberán mantenerse dentro de los parámetros del Manual de Campo del Ejército en lo que se refiere al interrogatorio de sospechosos.
El rotativo explica, además, que se encargó a un equipo separado estudiar la situación de los prisioneros retenidos por EE.UU. en su base naval de Guantanamo, Cuba, y las reglamentaciones futuras acerca de la duración y ubicación de los supuestos terroristas, que aún no ha concluido su tarea.