martes, 14 de julio de 2009
Senador Sessions no vistio la toga por asuntos raciales
Senador Sessions no vistió la toga por asuntos raciales
Hace dos décadas, el ahora inquisidor de Sotomayor no fue confirmado como juez por comentarios sobre el KKK y los derechos civiles
WASHINGTON (AP) — El senador Jeff Sessions, quien ha equiparado la presunta empatía de Sonia Sotomayor hacia organizaciones puertorriqueñas con un prejuicio racial, no pudo llegar a la corte federal hace dos décadas, por hacer comentarios considerados insensibles sobre el Ku Klux Klan y organizaciones pro derechos civiles.
Sessions, quien cumple su tercer periodo como senador por Alabama es al menos durante esta semana la cara de un partido sin un líder claro. Algunos considerarían hipócrita su postura, pero nadie conocería tan directamente como él cómo ha sido la compleja lucha política de los republicanos.
Nominado por el presidente Ronald Reagan a la corte federal, Sessions, quien era entonces fiscal federal, enfrentó la ofensiva de los liberales, quienes criticaron su “grave insensibilidad” en asuntos raciales.
Según algunos reportes surgidos en aquella época, Sessions habría bromeado al decir que el Ku Kux Klan, violento grupo supremacista blanco durante la mayor parte de su historia, no sería tan malo salvo porque consume marihuana.
En cuanto a la Asociación Nacional para el Avance de los Negros (NAACP, en inglés), y la Unión de Libertades Civiles de Estados Unidos (ACLU), Sessions las habría considerado organizaciones inspiradas en los comunistas, que trataron de meterle a la gente por la garganta el tema de los derechos civiles.
La nominación de Sessions no llegó siquiera al pleno del Senado. El senador de su estado de origen, el fallecido Howell Heflin, votó en su contra.
Dos décadas después, Sessions, de 62 años es más que sólo un superviviente. Fue uno de los mayores ganadores en las elecciones del 2008. Un 64% de los votantes en su estado votaron para que volviera a Washington, en un año en que el electorado propinó una dura derrota a los republicanos a nivel nacional.
La paliza al partido fue tan dura que el senador por Pensilvania, Arlen Specter, quien fue antes el republicano de mayor rango en la Comisión Judicial, abandonó ese grupo político para irse con los demócratas. Los republicanos dieron a Sessions una oportunidad en un papel protagónico, no porque sea particularmente conocido, sino porque podría infundir ánimos a la base del partido.
Sessions es la personificación de un partido con una militancia predominantemente blanca, sureña y religiosa. En cuanto a los asuntos judiciales, Sessions da voz a la oposición conservadora hacia los “jueces activistas y liberales”, criticados por considerar que tratan de usurpar las labores legislativas del Congreso.
Algunos observadores consideraron que el tema de los prejuicios raciales era demasiado delicado para que lo confrontaran Sessions y los otros seis republicanos del panel, todos hombres blancos.
No fue así. Sessions abrió el interrogatorio por los republicanos preguntándole a Sotomayor sobre una serie de declaraciones, una a la vez, en las que habría dejado entrever que sus antecedentes personales podrían afectar sus decisiones legales.
Recordó de inmediato una declaración de Sotomayor en el 2001, cuando opinó que una “latina inteligente” tomaría una mejor decisión que un hombre blanco que no había tenido las mismas experiencias.
“Como jueza que ha tomado un juramento”, dijo Sessions, “me preocupa que usted, de manera reiterada, en el curso de una década o más, haya hecho más declaraciones” como la de 2001.
Sotomayor reconoció un error retórico, pero negó tener prejuicios.
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